Presentan un importante hallazgo de armaduras del siglo XVI en el Palacio de Avellaneda de Peñaranda

La Junta de Castilla y León ha presentado este sábado, 15 de noviembre, el hallazgo de un importante conjunto de armaduras del siglo XVI encontrado durante los trabajos arqueológicos en el Palacio de Avellaneda de Peñaranda de Duero, en la provincia de Burgos. El descubrimiento, que tuvo lugar en un pozo del palacio, ha sido calificado como excepcional por su volumen y calidad.

La presentación se ha llevado a cabo en el marco de la feria AR-PA Turismo Cultural, que se celebra en Valladolid de forma conjunta con la Feria Internacional de Turismo de Interior (INTUR). La viceconsejera de Acción Cultural, Mar Sancho, ha sido la encargada de dar a conocer los detalles de este tesoro patrimonial, propiedad de la Junta de Castilla y León.

El hallazgo se produjo durante el control arqueológico de las obras de adecuación del palacio para convertirlo en un hotel termal, un proyecto a cargo de la empresa Hotel Peñaranda de Duero. Fue en la zona sur del edificio donde se descubrió un pozo relleno con un conjunto de piezas de arnés sumergidas en agua.

Un hallazgo "sumamente extraño"

Según ha detallado la viceconsejera, el conjunto, que todavía se encuentra en fase de estudio, está compuesto por "varias decenas de piezas de arnés de uso tanto para infantería como artillería". Entre los elementos encontrados, Sancho ha destacado "protecciones para la cabeza con cascos de tipo capacete y celada, varios petos y espaldares, protecciones para el caballo e incluso un cañón de pequeño calibre".

Los investigadores barajan la hipótesis de que estas piezas pudieran haber formado parte de la armería de Juan de Zúñiga y Bazán, el VI conde de Miranda, quien fue una figura política y militar relevante, además de coleccionista, a finales del siglo XVI.

Mar Sancho ha subrayado la singularidad del descubrimiento. Para la viceconsejera, "el hallazgo de piezas de esta naturaleza es sumamente extraño en un contexto arqueológico, y destaca por su elevado volumen, la calidad de las armaduras y la importancia del palacio y de sus poseedores".

Un delicado proceso de restauración

Tras el descubrimiento, el Museo de Burgos fue informado y participó activamente en las labores de extracción de las piezas. Las armaduras, fabricadas en hierro, se encuentran en un estado de conservación delicado debido a los elevados niveles de humedad a los que han estado expuestas durante siglos.

Por este motivo, se ha iniciado un minucioso proceso para garantizar su conservación futura. En el Museo de Burgos se ha procedido a la estabilización inicial de los materiales. Paralelamente, el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, ubicado en Simancas, ha comenzado a investigar la metodología más adecuada para su tratamiento.

Como parte de este estudio, ya se ha acometido la restauración completa de un capacete, una de las piezas más representativas. Este trabajo ha permitido ensayar diversos métodos para determinar los tratamientos más idóneos que se aplicarán al resto del conjunto recuperado.

Coordinación y futuro en el Museo de Burgos

La viceconsejera ha querido destacar la colaboración institucional y con el ámbito privado en este proyecto. "En los trabajos llevados a cabo hay que destacar la coordinación entre los distintos organismos de la Junta y la colaboración con el ámbito privado para el tratamiento de este importante conjunto patrimonial", ha afirmado Sancho.

De esta forma, el objetivo final es completar la restauración de toda la colección. Tal y como ha señalado la viceconsejera, se espera que en el futuro "pueda completarse la restauración de toda la colección y su puesta a disposición para la visita pública en el Museo de Burgos".