Una encuesta de SATSE revela que el 44% de las enfermeras de la región sufre comentarios sexistas y el 17% contacto físico no deseado. El 84% de las víctimas no denuncia por desconfianza o desconocimiento de los protocolos.
El Sindicato de Enfermería (SATSE) en Castilla y León ha alertado hoy sobre una realidad preocupante en el ámbito sanitario: la normalización de la violencia sexual. Según los datos presentados este miércoles, el 44% de las enfermeras y fisioterapeutas ha sufrido comentarios o chistes sexistas ofensivos en su puesto de trabajo, una situación que en la inmensa mayoría de los casos permanece oculta por falta de denuncias.
La organización sindical ha hecho públicos estos resultados en el marco de la campaña ‘Sí que pasa…Es acoso’, lanzada con motivo del próximo Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Las cifras arrojan un escenario donde la desigualdad estructural y el ejercicio de poder de género siguen vigentes en los centros sanitarios. Además de los comentarios verbales, un 23% de las profesionales ha experimentado una invasión deliberada de su espacio personal, sintiéndose menospreciadas o tratadas con condescendencia.
Los datos más alarmantes refieren al contacto físico. El 17% de las encuestadas afirma haber sufrido tocamientos no deseados, como manos en la cintura, abrazos forzados o roces en zonas íntimas. Asimismo, un 10% asegura haber recibido proposiciones para mantener actividad sexual o intentos de cita pese a su negativa explícita. Tal y como han explicado desde el sindicato, estas conductas violentan y agreden a unas profesionales que, en muchas ocasiones, ven cómo estas situaciones se repiten de manera permanente.
Desde SATSE han señalado que esta problemática se agrava por la naturaleza de las profesiones dedicadas al cuidado, las cuales han sido "históricamente estereotipadas y sexualizadas". Esta visión distorsionada se ve potenciada por la cercanía física inherente al trabajo sanitario y la percepción errónea de que las enfermeras están "al servicio" de otras personas, lo que facilita conductas abusivas por parte de agresores que a menudo quedan impunes.
Pese a la gravedad de los hechos, el silencio es la respuesta mayoritaria. En el 84% de los casos, las agresiones no se ponen en conocimiento del centro ni se denuncian. Las razones principales son el desconocimiento del procedimiento (37%) y la falta de confianza en que sirva para algo (35%). De hecho, el 68% de la plantilla desconoce si existe siquiera un protocolo de actuación frente al acoso sexual al que acogerse, y apenas un 13% ha recibido formación al respecto.
Ante este panorama, la organización reclama la implementación real de medidas de "tolerancia cero". Exigen que el acoso sexual se incluya en las evaluaciones de riesgos laborales como riesgo psicosocial y que se garantice protección integral a las víctimas, incluyendo apoyo psicológico y asesoría jurídica. Para el sindicato, es urgente pasar del papel a la acción mediante el cumplimiento exigente de los planes de igualdad que permitan la detección temprana y la prevención de estas conductas en la sanidad de Castilla y León.
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