350 km/h

El anuncio de Óscar Puente sobre el AVE Barcelona-Madrid a 350 kilómetros por hora vuelve a demostrar que España es un país a dos velocidades. Ese tren de alta velocidad atravesará Soria como si fuera un territorio vacío, limitándose a unir puntos sobrepoblados. Ni una parada. Ni un beneficio. Porque la alta velocidad cruza espacios vaciados sin dejar ningún retorno mientras PP y PSOE llevan décadas negando a esta provincia un servicio ferroviario digno.

Para más inri, hoy tampoco circula ningún tren convencional por Soria. La línea Soria-Madrid está suspendida desde abril de 2025 y no existe una fecha firme para su reapertura. La línea Madrid-Zaragoza, que pasa por Medinaceli, Arcos de Jalón y Santa María de Huerta, continúa bloqueada por obras. Una provincia entera sin un solo tren. Es la imagen más brutal de un país que presume de modernidad mientras profundiza desigualdades. Nada de esto es accidental. Es la consecuencia directa de decisiones de PSOE y PP, que han reducido el ferrocarril soriano a un residuo.

Ambos partidos han encadenado promesas vacías. La lanzadera Soria-Calatayud se enterró tras gastar un millón de euros en estudios inútiles. Lo que empezó como un tren rápido se ha convertido en un VTC, en un taxi para alcanzar la alta velocidad en otra provincia.

No hay que olvidar el corredor de alta velocidad Valladolid-Soria, que apareció en discursos, fue defendido por el PSOE y desapareció cuando llegaron al Gobierno con absoluta indiferencia.

La línea Soria-Castejón, cerrada en diciembre de 1996 por José María Aznar, resume igualmente este abandono. Carlos Martínez impulsó en 2018 una plataforma de ayuntamientos para su reapertura. Pedro Sánchez la prometió semanas antes de ser presidente. Con su llegada a La Moncloa, esa reivindicación se diluyó. Siete años después, lo único que llegan son informes que hablan de una inversión de 1.000 millones, anuncios de más informes y compromisos sin contenido.

Que el AVE atraviese Soria sin detenerse, mientras la pérdida del tren convencional nos deja aislados, explica mejor que nada el trato que recibimos. Mientras los 620 kilómetros entre Madrid y Barcelona se recorrerán en menos de dos horas, aquí seguimos esperando a que nuestro tren a Madrid no tarde tres horas en hacer sus 230 kilómetros. Dos velocidades.