Camilo Sáinz da una serie de consejos sobre una enfermedad que la sufren una de cada tres personas.
Los dentistas podemos ayudar a las personas con mal aliento a diagnosticar y resolver este problema. A diferencia de lo que popularmente se piensa, el 90% de los casos de mal aliento tienen su origen en la boca (habitualmente se asocian con problemas de encías).
El mal aliento se produce por emanación de unos gases, llamados compuestos sulfurados volátiles, que se producen por el metabolismo que experimentan ciertas bacterias de las proteínas de la boca, especialmente en el dorso de la lengua. También se suelen generar en las bolsas periodontales, entre la encía y el diente, y en las gingivitis y en las enfermedades periodontales.
La halitosis es un problema que difícilmente puede valorar uno mismo. Generalmente son las personas más cercanas las que avisan. Acostumbra a ser más intenso al levantarse porque se produce menos saliva y crecen más las bacterias.
Se estima que una de cada tres personas adultas padece o ha padecido mal aliento en alguna ocasión, lo cual, en caso de ser crónico, crea verdaderos problemas de relación social o incluso profesional. Muchos pacientes intentan camuflarlo con el tabaco agravando el problema.
La higiene personal es clave para eliminar la mayor parte de los casos con un correcto cepillado dental y con el uso de los cepillos interproximales y de seda dental. Además, también existen colutorios específicos. Los dentistas haremos el diagnóstico correcto del origen en función de la situación del paciente. En caso de asociarse a enfermedades de las encías, es indispensable realizar un tratamiento periodontal adecuado.
Por todo ello, resulta esencial visitar a los especialistas de la provincia de Soria. A través de ellos, conoceremos en qué estado se encuentran nuestra boca, dientes y encías.
Artículo en colaboración.
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