Soria pone a prueba la capacidad de respuesta de la UME ante grandes catástrofes

Ochenta militares y cerca de una treintena de vehículos tácticos toman estos días la geografía soriana. Una presencia que llega a las cumbres heladas de Urbión y que también surcará las aguas del embalse de la Cuerda del Pozo, convirtiendo la provincia en un exigente campo de pruebas para la respuesta ante catástrofes. Se trata del despliegue operativo del Quinto Batallón de Intervención en Emergencias (BIEM V), destinados en la Base Conde de Gazola (San Andrés de Rabanedo, León) que ejecuta duranta esta semana el ejercicio Alfa Multirriesgo, unas maniobras integrales que buscan perfeccionar la coordinación y eficacia de la unidad ante siutaciones críticos y que concluirán mañana, día 5. Los efectivos tienen un rango de actuación en 15 provincias pertenecientes Asturias, Cantabria, Castilla y León y Galicia.

El subdelegado del Gobierno en Soria, Miguel Latorre, acompañado por el coronel subdelegado de Defensa, Ángel Esparza, y el concejal del Ayuntamiento de Soria, Eder García, ha saludado esta misma mañana a los efectivos desplegados en la capital. Durante el encuentro, Latorre ha querido poner en valor la elección de Soria para este adiestramiento, destacando que la presencia del batallón en el territorio "refuerza la preparación del sistema nacional de protección civil ante emergencias complejas". Según ha manifestado el representante gubermamental, estos ejercicios permiten adaptar los protocolos a la realidad del territorio soriano, caracterizado por su diversidad orográfica que incluye montes, embalses, zonas de alta montaña y núcleos urbanos en torno al Duero.

El operativo, con base logística en Duruelo de la Sierra, se ha estructurado en tres escenarios diferenciados para pulsar las capacidades polivalentes de la unidad. En la zona de Urbión y las lagunas de Neila, el BIEM V ha desplegado maquinaria pesada y vehículos equipados con cuchillas quitanieves. En este entorno de alta montaña, los militares realizan maniobras específicas para la apertura de viales y la recuperación de la accesibilidad a núcleos que pudieran quedar aislados por la climatología adversa, garantizando de este modo el acceso de servicios esenciales ante nevadas intensas y acumulaciones de hielo, una estampa que resulta habitual en las emergencias invernales de la Meseta norte.

De forma simultánea, las aguas del embalse de la Cuerda del Pozo suponen un lugar de ensayos para los dispositivos de intervención ante posibles inundaciones. En este punto, los equipos de la UME practican con sistemas de rescate en zonas anegadas y el empleo de embarcaciones, llevando a cabo simulaciones técnicas de gran complejidad, como el rescate vertical desde un puente. El objetivo de estas prácticas es perfeccionar los procedimientos de evacuación de personas en entornos que presentan un acceso difícil y fuertes corrientes, situaciones donde la rapidez y la precisión son vitales.

El tercer vértice de este triángulo de entrenamiento se sitúa en la propia capital soriana, concretamente en el antiguo Lavadero de Lanas. El edificio municipal instrucción de rescate, búsqueda y salvamento en estructuras complejas y accesos a espacios confinados. Las maniobras incluyen simulaciones de apuntalamiento y aseguramiento de edificios que teóricamente habrían sido dañados por explosiones, incendios o movimientos sísmicos.

Latorre ha recordado durante su visita que la Unidad Militar de Emergencias trabaja siempre en estrecha colaboración con los servicios de emergencia autonómicos y municipales, así como con la Guardia Civil y la Policía Nacional. El subdelegado ha incidido en que la unidad "genera una gran confianza en la ciudadanía gracias a su capacidad de despliegue rápido y coordinado", subrayando la importancia de que los equipos conozcan sobre el terreno los accesos, los puntos críticos y las infraestructuras estratégicas de la provincia de Soria para futuras intervenciones reales.