Castilla y León contiene su deuda al 18,7% y se aleja de la media nacional

La solvencia financiera de la Comunidad vuelve a quedar acreditada tras conocerse los últimos datos del Banco de España, publicados durante la mañana de este lunes. Castilla y León ha cerrado el tercer trimestre del año con una deuda de 14.523 millones de euros, una cifra que representa el 18,7 % del Producto Interior Bruto (PIB) y que supone una rebaja de cuatro décimas respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.

Esta contención del pasivo permite a la autonomía mantenerse en una posición ventajosa respecto al conjunto del país, toda vez que el dato regional se sitúa 1,7 puntos porcentuales por debajo de la media autonómica, establecida en el 20,4 %. Tal escenario de estabilidad no es ajeno a los organismos internacionales, habida cuenta de que este diferencial fue uno de los argumentos esgrimidos por la agencia Moody’s el pasado mes de septiembre para elevar la calificación crediticia de la Comunidad hasta el nivel A3, equiparándola a la del Reino de España.

Según se desprende del informe del organismo regulador, la aportación de Castilla y León al endeudamiento global de las autonomías es reducida, representando apenas el 4,29 % del total nacional, que asciende a 338.804 millones de euros. Desde la Consejería de Economía y Hacienda se ha valorado que esta adecuada gestión presupuestaria ha permitido controlar el nivel de deuda sin que ello suponga un menoscabo en la calidad de los servicios públicos que se prestan a los ciudadanos.

Analizando la estructura de la cartera de endeudamiento en términos SEC 2010, el mayor importe corresponde a las emisiones de deuda pública, que aglutinan el 23,4 % del total con 3.400 millones de euros. Por su parte, las entidades financieras multilaterales, como el Banco Europeo de Inversiones, sostienen un 10,4 % del pasivo, mientras que el préstamo concertado en 2020 con el Fondo de Facilidad Financiera supone el 9,5 %.

La estrategia financiera de la Junta apuesta claramente por la prudencia, siendo que el 98,5 % de la deuda viva está formalizada a largo plazo, minimizando así los riesgos de refinanciación. De igual modo, para mitigar el impacto de las fluctuaciones del mercado, el 67,2 % del endeudamiento está concertado a tipo de interés fijo, frente al 32,8 % variable, estando la totalidad de la cartera suscrita en euros.

Finalmente, cabe señalar un aspecto distintivo de la contabilidad regional respecto a otros territorios. El Banco de España contabiliza más de 4.000 millones de euros de deuda de empresas públicas autonómicas no incluidas en el perímetro SEC 2010 a nivel nacional; sin embargo, Castilla y León no tiene asignada ninguna cuantía en este apartado, lo que refuerza la transparencia y el control de sus cuentas públicas.