Torreznos texturizados y menús adaptados: la receta del Credef para combatir la disfagia

El Centro de Referencia Estatal de Atención Sociosanitaria para Personas en Situación de Dependencia (Credef) de Soria se convirtió el pasado viernes, 12 de diciembre, en un espacio para la reivindicación de la gastronomía inclusiva y la seguridad alimentaria. Coincidiendo con la conmemoración del Día Mundial de la Disfagia, la institución dependiente del Imserso organizó la jornada 'Abordaje integral de la disfagia y alimentación segura', una cita que reunió a cerca de 60 asistentes entre familiares, profesionales del sector sociosanitario y alumnos de hostelería con un objetivo claro: demostrar que las dificultades de deglución no deben suponer una renuncia al placer de comer.

La disfagia, un trastorno que impide o dificulta tragar alimentos sólidos y líquidos, representa una realidad silenciosa que va mucho más allá de la nutrición. Tal y como se puso de manifiesto durante las ponencias, esta patología conlleva graves riesgos de deshidratación y desnutrición, pero también provoca un profundo impacto emocional. El miedo a atragantarse o la imposibilidad de compartir mesa con normalidad derivan frecuentemente en aislamiento social, obligando a quienes la padecen a dejar aparcadas actividades significativas vinculadas a la socialización. Por ello, los expertos del Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral (Ceadac) desplazados a Soria incidieron en la necesidad de un tratamiento transdisciplinar que combine salud, nutrición y una necesaria sensibilización social.

Uno de los momentos más destacados del encuentro fue la presentación del proyecto solidario 'Comer con placer', una iniciativa pionera impulsada por la Asociación Parkinson Cuenca. La propuesta busca romper barreras y adaptar la experiencia gastronómica para que sea segura sin perder su atractivo, permitiendo que las personas con disfagia puedan disfrutar en restaurantes sin sacrificar la presentación ni el sabor. Esta filosofía se materializó en un showcooking y una posterior cata de un menú adaptado con texturas modificadas, donde la colaboración entre un chef del proyecto y la jefa de cocina del Ceadac permitió a los asistentes comprobar in situ cómo la técnica culinaria puede ponerse al servicio de la salud.

La jornada no solo sirvió para formar a los profesionales, sino para anclar la teoría en la práctica más local. Entre las elaboraciones presentadas, destacó la adaptación de productos tan identitarios como el torrezno de Soria, que pudo degustarse en su versión texturizada, demostrando que la tradición culinaria soriana también puede ser accesible. Esta demostración práctica subrayó la importancia de un diagnóstico y tratamiento individualizado, no solo en personas mayores, sino también en pacientes con enfermedades neurológicas que requieren una atención nutricional específica tanto en el ámbito hospitalario como en la comunidad.

Con esta acción formativa, incluida en el Plan de Formación Especializada del Imserso, el Credef refuerza su compromiso con la mejora de la calidad de vida de las personas en situación de dependencia. La institución busca así liderar el avance en el conocimiento de estas patologías, apostando por un modelo de cuidados donde la seguridad alimentaria conviva con el disfrute y la dignidad de los pacientes y sus familias.