Ruta: la cueva del monte y bañera de la reina

La expedición de este mes comenzará en Villaciervos, localidad situada a 13,4 kilómetros de Soria capital y a la que accederemos por la N-122 (carretera de Valladolid). Tras dejar el coche en la puerta del hostal ‘El Ciervo’, nos dirigiremos, acompañados por nuestros guías de cabecera, Ángel Campos y Manolo Ciria, hacia el norte para comenzar una ruta de 10 kilómetros.

La primera parada de este viaje tendrá lugar en el nacimiento del manantial Fuente Vieja. Situado a un kilómetro del pueblo, se encuentra seco por la escasez de lluvias durante los meses de octubre y principios de noviembre. Después de observarlo, seguimos caminando por una cuesta de gran pendiente en la que tenemos que emplear los palos de andar para ayudarnos. Una vez alcanzamos la cima, divisamos una pradera totalmente verde y una bifurcación de caminos. Empleando el de la izquierda, nos sumergimos en un bosque de sabinas por el que es muy cómodo caminar -el terreno es muy esponjoso-. Este sabinar confluye con el de Calatañazor, el más denso del mundo y el segundo más extenso de Europa, tan solo superado por el de Albarracín (Teruel).

Desviándonos un poco a la izquierda, nos toparemos con el manantial Los Pozos, un paraje natural en el que sí encontramos agua. Posteriormente, continuaremos nuestra aventura, caminando sobre nuestros pasos para regresar al sabinar. En ese momento, veremos otro cruce de caminos, y eligiendo otra vez el de la izquierda bordearemos de lejos unas antiguas majadas (corrales en los que se guarda a las ovejas por la noche), en las que sigue habiendo ganado, para evitar a los perros que lo cuidan.

Jacuzzi natural

Si seguimos por este sendero, llegaremos a la Cueva del Monte. En su interior, al que se puede acceder si se va bien equipado con luces frontales y calzado adecuado, se encuentra la bañera de la reina. Se trata de una roca hueca que se llena de agua durante el otoño y el invierno. Su aspecto le hace asemejarse a una especie de jacuzzi. Después de salir de esta cavidad, repleta de galerías, aprovechamos para almorzar y coger fuerzas para continuar con nuestra expedición.

Sin tiempo que perder, emprendemos nuestro camino hacia el manantial Las Fuentes. Girando a la derecha y cruzando entre las sabinas, dirección carretera de Valladolid y divisando a lo lejos el Alto de Lutero, volvemos a presenciar varias majadas derruidas -se las conoce como las del Frontal-.

Poco después, alcanzaremos una zona en la que se sitúa el manantial, placas solares y un abrevadero para las ovejas. Tras desplazarnos hacia la derecha para poder saltar con seguridad y sin mojarnos, continuamos recto durante un kilómetro y medio, justo antes de girar a la izquierda, momento en el que comenzaremos a subir una cuesta desde la que veremos la sierra de Pinilla -en ella se encuentra la estación de esquí de Segovia-. Aunque es un tramo exigente, en el que llegamos a sudar, aprovechamos para calentarnos con el sol que tenemos de frente durante una mañana bastante fría de mediados del mes de noviembre.

Una vez coronamos la cima, nos situamos a las puertas de la ermita del Santo Morrón, también conocida como la de San Cristóbal. Protegida por una puerta blindada, al estar ubicada en mitad del camino de la Lámpara, solo se puede visualizar su interior por un pequeño ventanuco de la fachada. Tan solo se puede intuir una imagen religiosa, bien conservada y adornada con elementos florales. Desde ese punto, contemplamos Villaciervitos (localidad que pertenece a Villaciervos), el Alto del Pie y sus molinos y la carretera de Valladolid.

Si seguimos el sendero hacia la derecha, alcanzaremos una especie de mirador desde el que podremos disfrutar de las vistas más espectaculares de este trayecto. Además de sentirnos en la cima del mundo y de ver Villarciervos, contemplamos kilómetros y kilómetros de bosque. Una imagen de película que transmite tranquilidad. Tras regalarnos estos minutos de paz, encaramos el tramo final. Continuando por un camino muy bien señalizado, regresaremos a nuestro punto de partida después de haber andado dos kilómetros. Antes de volver al vehículo haremos una visita a la antigua iglesia de San Juan Bautista y a la torre del Reloj de Villaciervos, levantada en 1893, para ayudar a los vecinos a orientarse.

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