Castilla y León lanza 7,5 millones en ayudas para seguridad laboral y retirada de amianto

La Consejería de Industria, Comercio y Empleo de la Junta de Castilla y León ha activado un nuevo paquete de subvenciones dotado con 7,5 millones de euros destinado a mejorar la seguridad y la salud laboral en la Comunidad. La iniciativa, que busca reducir la siniestralidad y modernizar los espacios de trabajo, se articula en cuatro líneas de actuación que cubren desde la retirada de amianto hasta el fomento del bienestar mental de los empleados.

Las ayudas se tramitarán en régimen de concesión directa, lo que implica que las solicitudes se atenderán por estricto orden de entrada hasta agotar el crédito disponible. Por ello, es fundamental que las empresas interesadas tengan en cuenta los plazos de apertura, que varían según la línea de ayuda. Para la retirada de amianto, el plazo se abrirá el 14 de enero de 2026 y finalizará el 13 de febrero. Para el resto de líneas (bienestar, equipos y mejora de lugares de trabajo), las solicitudes podrán presentarse desde el 28 de enero hasta el 27 de febrero.

Tres millones para la erradicación del amianto

La partida presupuestaria más elevada, con 3 millones de euros, se destina a la retirada segura y sustitución de amianto. Esta línea financiará el 85 % de los costes de eliminación de este material peligroso, así como el 50 % de la instalación de nuevas cubiertas transitables. El objetivo es doble: evitar la exposición a fibras cancerígenas y prevenir caídas en altura. La ayuda máxima puede alcanzar los 30.000 euros por beneficiario, cubriendo la manipulación, transporte y gestión de residuos, que deberá realizarse obligatoriamente por empresas inscritas en el RERA.

Modernización de equipos e instalaciones

La Junta destina otros 4 millones de euros divididos a partes iguales en dos líneas enfocadas a la infraestructura y el equipamiento. La primera, dotada con 2 millones, subvenciona la renovación de maquinaria y equipos de trabajo —incluyendo mobiliario ergonómico— que minimicen riesgos laborales. La segunda, también con 2 millones, se centra en la mejora de los lugares de trabajo: reformas de suelos, rampas, iluminación, zonas de descanso y adaptaciones para trabajadores con discapacidad. En ambos casos, se financia el 85 % de la inversión hasta un máximo de 30.000 euros.

Bienestar laboral y salud mental

Finalmente, se ha reservado una partida de 500.000 euros para promover estilos de vida saludables y el bienestar integral en las empresas. Esta línea subvenciona actividades vinculadas a la psicología, fisioterapia, nutrición y deporte. Además, se incluye la financiación para crear espacios cardioseguros mediante la instalación de desfibriladores (DESA) y la formación necesaria para su uso, buscando reducir patologías como los accidentes cardiovasculares.