Quintana Redonda ha vivido este sábado 9 de febrero su sexta edición de la Matanza, un encuentro que siempre atrae a vecinos que viven fuera de la localidad y que va ligado a la fiesta de la Función de la Iglesia. Este año la comida popular logró congregar a cerca de cuatrocientas personas, si bien la bondad climatológica de otras ocasiones hizo que se rondara el medio millar de comensales.
Casi con las primeras luces del día, los vecinos de Quintana Redonda han procedido al sacrificio del cerdo cuya carne servirá para aderezar la alubiada que tendrá lugar en el polideportivo municipal.
Como se viene haciendo desde hace seis años, esta fiesta sirve como preámbulo al 10 de febrero, festividad de la Función de la Iglesia, que conmemora el desplome del templo parroquial en 1869 durante un oficio religioso y que afortunadamente no causó víctimas.
El alcalde de la localidad, Evaristo Manrique, ha reseñado que en este día ?la gente se involucra y colabora de forma desinteresada, cada uno a su manera?, con lo que la convivencia vecinal está asegurada. Así, unos preparan las mesas en el polideportivo mientras otros se encargan de cocinar las viandas, entre otros cometidos. El menú, que también contempla costillas, lomo, chorizo, ensalada y postre. Tiene un precio de ocho euros.
En total, fueron en torno a cuatrocientas personas las que se dieron cita en el polideportivo de la localidad en una cita en la que Manrique señaló que las previsiones meteorológicas pudieron desanimar a muchos nacidos en la localidad pero con residencia en otros lugares, ya que en otras ediciones los asistentes rondaron el medio millar.
Para este domingo, además de la eucaristía en la que se darán gracias por no haberse registrado ningún herido en aquel 10 de febrero de 1869, se disputará un campeonato de naipes con juegos de brisca y guiñote.