5 curiosidades sobre los Arcos de San Juan de Duero para celebrar su aparición en National Geographic

La prestigiosa revista National Geographic ha publicado esta semana un reportaje en profundidad sobre uno de los monumentos más emblemáticos de la capital soriana: los Arcos de San Juan de Duero y los misterios de esta pieza arquitectónica única en España. Sin embargo, todavía hoy existen muchas cosas que sorianos y visitantes no conocen sobre este monumento que ha embelesado a tantos literatos a lo largo de la historia. Por eso, para celebrar el reconocimiento que ha hecho la revista americana a esta joya soriana, en Soria Noticias te desvelamos 5 de sus caras más desconocidas.

1. Una localización nada casual

La Orden de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén se estableció extramuros de la ciudad de Soria, junto al puente del río, una barrera natural por la que los viajeros provenientes de los reinos de Aragón y Navarra debían cruzar. Según Javier Martínez de Aguirre, de la Universidad Complutense de Madrid, "son multitud los emplazamientos semejantes (extra-muros y junto a un puente) donde fueron instalados hospitales con iglesias anejas en los siglos XI, XII y XIII. La orden de San Juan de Jerusale?n poseyó otros establecimientos junto a puentes en caminos principales".

2. Arcos viajeros

Las últimas investigaciones apuntan a que los arcos podrían haber sido traídos de otros lugares. Según un estudio de José Miguel Ávila Jalvo, de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, los arcos presentan cortes y ajustes que indicarían que sus arquerías podrían haber sido construidas para otros edificios y que posteriormente fueron traídas y reconstruidas en el lugar que ahora mismo ocupa San Juan junto al Duero en su paso por la capital "por herencia, donación o expolio".

3. Huerta y corral

Eduardo Saavedra fue uno de los estudiosos que más se implicaron en rescatar del olvido este monumento, en ruinas durante décadas y que estuvo a punto de ser subastado en dos ocasiones. De hecho, escritos de la época afirman que la iglesia sirvió como corral para el ganado y la zona del claustro, como huerta. Saavedra afirmó que se llegó a tratar de desmantelar el atrio.

El Rayo de Luna, la leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer que tiene lugar en las ruinas del monasterio, fue publicada en 1862, justo 20 años antes de que fuera declarado monumento Nacional junto a las ruinas de Numancia y el monasterio de Santa María de Huerta, atendiendo a la solicitud de Saavedra.

4. En mente, Jerusalén

Algunos autores, como Martínez de Aguirre, especulan si el llamado claustro es en realidad una versión del deambulatorio del Santo Sepulcro de Jerusalén. El autor asegura que, durante la Edad Media en Occidente hubo un número significativo de construcciones centralizadas que tenían la intención de imitar esta edificación de Tierra Santa.

Otro misterio, según este autor, son las puertas en la esquina del claustro, que se distingue de otras edificaciones religiosas, incluso de las que se dan en otras religiones. Ahí es donde halla otra referencia al Santo Sepulcro ya que la Rotonda de Anástasis, tras su reconstrucción en el siglo XI, "quedó conformada por un espacio circular separado del deambulatorio por tramos de cuatro arcos sobre columnas y en el eje Norte-Sur y al Oeste se abrían tres arcos sobre pilares que comunicaban con los altares secundarios". El investigador afirma que podría haber sido un intento de imitar esta distribución.

5. Unos fundadores con historia

La Orden de los Hospitalarios surgió en el año 1084, cuando unos mercaderes de Amalfi fundaron un hospital junto a la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, bajo la advocación de San Juan Bautista y que tenía el objetivo de atender a los peregrinos que llegaban a Tierra Santa. Así surgió el nombre de la Orden, que tenía fines benéficos pero que terminó participando en varios conflictos bélicos. La orden no fue virtualmente disuelta hasta mediados del s. XIX.