La ermita de San Baudelio permanecerá cerrada al público desde este miércoles, día 5 de octubre, por el inicio de las obras de limpieza y consolidación de algunos fragmentos de la pintura mural. No obstante, la ermita podrá visitarse los fines de semana y los días 31 de octubre y 1 de noviembre. El objetivo de estos trabajos es la eliminación de las manchas de hongos aparecidas sobre la superficie pictórica, así como la revisión global del estado de conservación de las pinturas murales de la bóveda. La duración de la intervención es de 30 días. Dada la afluencia de visitantes a este monumento, la ermita podrá verse los fines de semana y días festivos con un muro oculto.
En abril del 2011 se detectaron en las pinturas de la bóveda (en especial en algunos paneles de los paramentos NO y SO) una serie de manchas producidas, sin duda, por un grave ataque fúngico. Dichas manchas aparecieron sobre las pinturas que fueron reintegradas en un proyecto llevado a cabo entre los años 2001 y 2002.
Tras una visita técnica de inspección en el pasado mes de abril, el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) redactó un informe describiendo la afección de las pinturas y proponiendo una solución de limpieza. Paralelamente, técnicos del Museo Numantino realizaron un exhaustivo estudio de las condiciones de temperatura y humedad en la ermita, en base a los registros diarios que se realizan, para averiguar en qué condiciones o pautas medioambientales habían surgido y crecido dichas manchas. Un químico del IPCE extrajo en el mes de agosto muestras que biólogos del mismo Instituto están analizando en la actualidad para determinar las familias a que pertenecen los hongos.
Estos organismos, heterótrofos, necesitan la presencia de sustancias orgánicas sobre el sustrato para poder desarrollarse. En el caso de San Baudelio, ha de determinarse a través de esos análisis y otros estudios, si estos nutrientes proceden del polvo ambiental (esporas y células muertas de insectos) o de posibles residuos de cola orgánica del antiguo encolado. De hecho, en la operación de arranque de pinturas realizada en 1964 se emplearon telas adheridas con cola animal, adhesivo orgánico, cuya eliminación completa es muy difícil de certificar.
Las manchas fúngicas aparecen porque estos organismos liberan pigmentos en su metabolismo. A la vez se produce otro biodeterioro en el interior de la pintura cuyo alcance es difícil de determinar. La propia estructura micilar del hongo es capaz de introducirse ramificándose en el interior del sustrato poroso y comenzar a erosionarlo debido a la emisión de ácidos metabólicos, tanto orgánicos como inorgánicos (como el ácido oxálico, cítrico, nítrico y sulfúrico), así como sustancias quelantes. Esto, si no se resuelve con rapidez, provoca, progresivamente, la disgregación del sustrato calcáreo de las pinturas, facilitando los procesos de disolución de sus componentes minerales.
La intervención que ahora se inicia conlleva las siguientes fases: reconocimiento organoléptico revisando exhaustivamente las pinturas de la nave central de la ermita, plementos y nervios, realizando a la vez una completa documentación del estado actual, de las pruebas de limpieza y del avance de los procesos (antes, durante y después). Tras ello, la aplicación de tratamiento de limpieza con el objetivo de la eliminación completa de las manchas, a través de limpieza mecánica en seco, por aspiración y cepillado de toda la superficie y limpieza hidro-alcohólica, para una acción tanto fungicida como limpiadora de las manchas por deshidratación del hongo. Una vez limpias se aplicará un tratamiento con un biocida alcohólico, con el fin de eliminar la alteración biológica y detener el riesgo de deterioro. Por último, se procederá a la consolidación de las pinturas (capa pictórica, soporte y morteros de reposición) mediante impregnaciones de silicato de etilo. Si se comprobara falta de adherencia se fijaran con inyección de resina acrílica en emulsión y mortero fluido de inyección.
La intervención ha sido contratada por el IPCE con la empresa In Situ. Conservación y Restauración S.L. por un importe de 21.240?. La Junta de Castilla y León ha realizado un estudio de la arquitectura para descartar que el edificio sufra filtraciones o facilite la condensación.