La comisión de Hacienda de la Diputación Provincial ha llegado a un borrador de acuerdo entre los tres grupos (PP, PSOE y PPSO), para la aprobación de un plan de empleo y de desarrollo de la provincia, que supondrá inversiones y ayudas a las empresas y a los ayuntamientos, que permitan generar empleo, para los años 2014 y 2015. Ahora hay que se esperar a que se redacte el documento.
El responsable socialista Luis Rey ha valorado positivamente el principio de acuerdo, y ha agradecido al presidente Antonio Pardo la "agilidad" en la celebración de la comisión de Hacienda, después de que en el pleno de la Diputación del pasado día 2 de agosto, se quedaran encima de las mesas dos mociones de PP y PSOE, sobre los dos planes de inversión que había presentado cada grupo, precisamente para tratar de llegar a un consenso.
Ese acuerdo es ya una realidad, lo que lleva a Rey a señalar que "el grupos socialista ha cumplido su objetivo de buscar un consenso para relanzar las inversiones en la provincia". Rey considera que también se ha cumplido la premisa de que ese futuro plan fuese debatido con los agentes sociales. La circunstancia de que tanto PSOE como el equipo de gobierno popular de la Diputación hayan mantenido encuentros con los agentes sociales, permite decir que el acuerdo alcanzado se ha enriquecido con las aportaciones que han hecho empresarios, sindicatos y otros agentes sociales.
Para el grupo socialista de la institución provincial, el consenso cumple las líneas básicas que deseaba, como son las ayudas a las empresas y a los Ayuntamientos, para que generen empleo. Rey valora positivamente el cambio de actitud de Pardo, que ha comprendido que no se podía seguir manteniendo los millones de los remanentes en un banco.
Rey cree que la presión del PSOE ha servido para que el presidente Pardo rectificara, presentando su plan de desarrollo para la provincia, y llevando al pleno una modificación de crédito 9,5 millones para inversiones, dinero que procede de los remanentes. Califica de "valiente" la decisión de Pardo, demostrando que la insistencia y exigencia del PSOE, de que los remanentes millonarios se utilizaran para inversiones, era una cuestión de voluntad política, independientemente de que haya que esperar los informes económicos que valoren la aplicación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria.