La media de la campaña de Tráfico en la región fue del 6,30% de los 156.506 vehículos inspeccionados entre el 19 y 25 de agosto.
Con estas campañas especiales (la última se desarrolló en abril de este año) se pretende incidir sobre este factor de riesgo que estuvo presente en el 20,72% de los accidentes mortales ocurridos en carretera en el año 2012.
En el desarrollo de la campaña especial de control de velocidad llevada a cabo por la Dirección General de Tráfico (DGT) del 19 al 25 de agosto pasados, la Guardia Civil de Tráfico ha realizado en las carreteras de Castilla y León un total de 156.506 controles a vehículos, de los que 9.864 (el 6,30%), fueron denunciados.
En las carreteras de la provincia se llevaron a cabo un total de 8.163 inspecciones, resultando 545 denuncias, el 6,68%.Durante la anterior campaña especial de velocidad en las carreteras de Castilla y León, del 8 al 14 de abril de 2013, se controlaron 142.335 vehículos, de los que fueron denunciados 6.230 (el 4,38%).
Del 1 de enero al 31 de julio del presente año se han producido 54 accidentes mortales en carretera, dando lugar a 67 personas fallecidas y 26 heridas graves en las carreteras de Castilla y León. En 9 de esos accidentes, la velocidad intervino como factor concurrente principal de los mismos.
En todo caso la velocidad excesiva es un agravante de las consecuencias de los accidentes.
En el año 2012 fallecieron 3 peatones por accidente de tráfico en zona interurbana en Castilla y León.
Cabe señalar el riesgo de fallecimiento de un peatón en función de la velocidad de colisión de un vehículo.
La velocidad tiene impactos muy significativos sobre el medioambiente, dado que el nivel de emisión de gases nocivos (fundamentalmente monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, hidrocarbonos y material particulado), el consumo de combustible y el ruido emitido por los vehículos están directamente relacionados con la velocidad.
El consumo ideal de combustible de un vehículo se logra a una velocidad de 90 km/h. Si la velocidad aumenta a 120 km/h, el consumo se incrementa en un 30%.
La velocidad tiene un impacto muy importante en la calidad de vida de las zonas urbanas, donde los vehículos pueden interferir en el bienestar de los residentes y tener un impacto muy negativo sobre la seguridad de peatones, ciclistas y otros usuarios vulnerables de las vías.
La largamente esperada legislación sobre aplicación transfronteriza se publicó el 19 de marzo del año 2008. El objetivo principal de tal Directiva será el de establecer un sistema de comunicación y transmisión de las resoluciones administrativas o judiciales relativas a infracciones de tráfico. Esta sería aplicable a medidas de aplicación en materia de seguridad vial, en las áreas prioritarias de exceso de velocidad acompañado de conducir en estado ebrio y la falta de uso del cinturón de seguridad, para el tráfico no residente. Queda limitada a la aplicación transfronteriza y no afectará la aplicación de las mejores prácticas en los Estados Miembros.
Este nuevo objeto legislativo debería reforzar la responsabilidad de los conductores no residentes con respecto a sus infracciones por exceso de velocidad. Los conductores "extranjeros" representan alrededor del 5% del tráfico rodado en la UE mientras que la participación de los conductores no residentes en las infracciones por exceso de velocidad está en un promedio del 15%. Por tanto, los conductores no residentes están implicados en relativamente más infracciones que los conductores residentes. Esto se explica por el sentimiento de impunidad que llega cuando se cruza la frontera. Es precisamente esta impunidad a la que condena la nueva propuesta.