El Numancia logra un punto ante el Villarreal, pero con la sensación de haber podido ganar

Numancia y Villarreal se repartieron los puntos (1-1) en un partido que se aceleró en la segunda mitad, un resultado que no convence a ninguno en sus diferentes aspiraciones.

Saltó el Villarreal al césped de Los Pajaritos con los mismos -salvo Truyols por Mellberg- que sofocaron la crisis frente al Mirandés y con la intención anunciada de escalar puestos en las clasificación con la segunda victoria a domicilio. Pero el submarino amarillo se dejo más de una marcha en los vestuarios, con un juego excesivamente parsimonioso, en el que los desmarques de ruptura brillaron por su ausencia. Por el contrario, el Numancia, que llegaba con la soga al cuello tras tres derrotas consecutivas, demostró que tenía más estudiado a su rival, con presión en el centro del campo a los rivales que recibían de espalda.

Fruto de este juego, el Numancia hizo méritos en la primera parte para irse con ventaja al descanso, pero nuevamente le faltó esa puntería que desde hace tantas jornadas echa en falta. El Villarreal tuvo el primer acercamiento de peligro en un pase interior de Bruno sobre Uche, que el delantero desperdició. Un centro de Cani desde la banda derecha que despejó Nagore en el corazón del área grande cerró las aproximaciones del conjunto visitante y dio paso a las del Numancia. Natalio, en tres ocasiones, Julio Álvarez y Nagore llevaron la inquietud a la defensa visitante. La ocasión más clara fue de Sunny, en el último minuto, cuando remató un centro de Malón desde la derecha al poste de un batido Mariño.

En la segunda parte, el Villarreal salió más enchufado y aprovechó especialmente la banda derecha, donde Cani no tuvo rival en Satrústegui. Circulando con más velocidad el balón y con mayor profundidad, el equipo castellonense arrinconó al local. Un pase largo de Senna sobre Uche, en posición dudosa, no fue aprovechado por éste tras amortiguar mal el balón.

Con este planteamiento, el entrenador local Pablo Machín jugó sus bazas ofensivas con la entrada de Bedoya y Cedric, por Nagore y Nieto. Pero el peligro estaba en las botas de Cani, que tenía en la banda derecha una autopistas. En la primera no encontró rematador pero en la siguiente el pase atrás lo aprovechó el recién incorporado Manu Trigueros.

El Villarreal tuvo al Numancia a su merced unos minutos. Mussachio pudo sentenciar, pero su remate forzado se fue al larguero. Y cuando parecía que la victoria deseada a domicilio iba camino de materializarse, llegó un saque de esquina a favor del Numancia que entre Regalón y Bruno metieron en la meta de Mariño, un tanto que posiblemente valida los méritos de cada equipo.