El Numancia suma su primera victoria a domicilio a costa de un flojo Castilla
Real Madrid Castilla 2- Numancia 4
Castilla: Jesús; Fabinho, Iván, Mateos, Casado (Derick 75'); Mosquera (Denis Cheryshev 62'), Álex, Juanfran, Jesé; Borja y Óscar Plano (José Rodríguez 62').
Numancia: Herrerín; Malón, Regalón, Jaio, Ripa; Sunny, Nagore (Cedrick 56') , Bedoya, Natalio; Julio Álvarez (Larrea 83') y Juanjo (Del Pino 64').
Árbitro: Figuerola Vázquez (comité andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Iván, Bedoya, Borja, Álex, Nagore, Malón, Sunny y Ripa.
En un duelo de dinámicas negativas en lo que a resultados se refiere, el Numancia se ha llevado la victoria del Alfredo Di Stéfano (2-4) gracias a la inspiración de Julio Alvarez, disfrazado de repartidor de goles.
Sorprendió Toril de inicio dejando en el banquillo a Denis Cheryshev y escorando en la banda a Jesé, con Borja en el enganche y Óscar Plano como referente arriba. En la zona de centrales repitieron Mateos e Iván, pero una vez más se demostró que el Castilla ha perdido seguridad atrás desde que Nacho va convocado con el primer equipo.
Valga como muestra un despeje defectuoso al borde del área de Iván en el primer minuto que acabó en los pies de Natalio. Este con calidad definió abajo, lejos del alcance de Jesús, poniendo por delante a los visitantes cuando algunos espectadores aún estaban aparcando.
Al mazazo respondió Jesé dando un paso al frente. El canario empezó a ofrecerse y a dejar muestras de su descaro en la banda. En una de esas acciones sacó la escuadra y el cartabón para delinear un centro al que puso la guinda Óscar Plano de cabeza y sin oposición. De ahí al descanso, poco más que destacar salvo el frenesí de tarjetas amarillas, hasta seis en apenas veinte minutos.
En la reanudación la misma película pero al revés. En el primer ataque blanco, con solo unos segundos de juego, un fuerte disparo de Casado lo rechazó Herrerín. Borja, atento, cazó el esférico y puso el 2-1.
Sin embargo, dos factores se unieron para cambiar el destino del choque; los problemas a balón parado de los locales y la maestría innata de Julio Álvarez para la ejecución de estas jugadas. Tres centros suyos acabaron en gol impulsados por la cabeza de un compañero.
El primero lo puso en un córner desde la izquierda con Natalio como ejecutor final. Los otros dos en acciones idénticas, faltas en el flanco derecho rematadas de forma contundente en el área por Del Pino y Regalón. Su magia permite respirar al Numancia, que acaba con una racha de seis partidos sin ganar. La misma que acumula el Castilla, con dos puntos de dieciocho posibles.