La procesión de la capital llegó, por El Collado, hasta la plaza de Mariano Granados, donde se realizó una pequeña parada, junto a un altar habilitado para la ocasión. Luego, la procesión, con la presencia de autoridades y la Banda Municipal de Soria, continuó hasta la iglesia de San Francisco. Los niños, que encabezaban la procesión, vestido con su traje de Comunión, echaban pétalos de flores por la calle.
Las flores son el elemento más representativo de la festividad del Corpus Christi, que adquieren una gran importancia en los actos religiosos de numerosas ciudades españoles, como la villa de El Burgo de Osma, donde se elaboran bellas alfombras de flores entre la catedral y la plaza Mayor.
Cientos de voluntarios se han encargado, horas antes, de colocar las alfombras florales que adornan el centro de El Burgo de Osma, en una jornada solemne y de gran esplendor en la villa episcopal. El tiempo ha acompañado, a pesar de que las temperaturas eran suaves, y la procesión con la custodia del Santísimo, que ha pisado las bellas alfombras florales, contó con numerosos fieles, vecinos y visitantes.
La fiesta del Corpus Christi, aunque no es fiesta laboral, mantiene un gran arraigo en la sociedad soriana. Las procesiones de Soria y El Burgo son un ejemplo, que se repite en muchas localidades, con ceremonias religiosas o procesiones.