La Diputación Provincial de Soria decidirá, antes de finales de año, si privatiza las cuatro residencias geriátricas de la provincia o continúa con su gestión equiparando las condiciones de trabajo de los empleados públicos a las de los centros privados, al objeto de paliar el déficit derivado de su mantenimiento y gestión, que se eleva a 6,5 millones de euros anuales.
Cada plaza que mantiene la diputación cuesta 28.332 euros anualmente, mientras que el promedio de ingresos por residente se eleva a 8.484 euros al año, con lo que la Diputación acarrea un déficit por residente de casi 20.000 euros anuales, según los datos aportados por la institución provincial.
La Diputación gestiona cuatro centros geriátricos (Ágreda, Navaleno, El Royo y El Burgo de Osma) en las que viven 291 ancianos, que generan 206 empleos (60 de ellos eventuales), que aumentan en el momento de proceder a sustituir a los empleados con baja médica o de maternidad o circunstancias afines. ?Esto genera unos gastos de 638.000 euros al año. Además, el convenio recoge que se paga el trabajo en domingos y festivos lo que supone desembolsar una cantidad a mayores de 482.000 euros al año?, detalló Pardo, quien sostuvo que el 85 por ciento del gasto general de las residencias de la diputación corresponde a personal.
Asimismo, precisó que el personal de la institución que trabaja en las residencias cobra un 35 por ciento más que el de los centros privados. El absentismo laboral del personal de las residencias se elevó al 13 por ciento, provocando la pérdida de 45.500 horas de trabajo, a pesar de que en 2009 la cifra rondaba el 23 por ciento.