Según los datos de la Agencia Tributaria, el año pasado la recaudación en Castilla y León por IRPF ascendió a algo más de 1.921 millones de euros, son 178,5 millones menos que en el ejercicio anterior. Un 8,5% de descenso.
En la provincia de Soria, en el concepto de recaudación tributaria del IRPF en relación al año 2012, aumentó un 2%, siendo la provincia, junto con Zamora, las únicas de Castilla y León donde crecieron.
Las retenciones de los rendimientos de trabajo y actividades profesionales caseron en más de 139 millones de euros, un 6,7% de descenso; mientras que las retenciones por rendimientos de capital cayeron más del 50%, en total 57 millones de euros. En cambio, en la Comunidad crecieron (menos de dos millones) las retenciones por los arrendamientos.
Entre enero y junio de 2012 la Agencia Tributaria recaudó en Castilla y León casi 772 millones de euros por el impuesto de la renta, mientras que en los primeros seis meses de este año los ingresos no alcanzan al 637 millones de euros.