La renovada Casa del Guarda en la Dehesa ya es una realidad
El empresario Manuel Iglesias es el adjudicatario de estas instalaciones toda vez que el Ayuntamiento adjudicase la explotación de este edificio.
La Casa del Guarda en la parte alta de la Alameda de Cervantes ha abierto sus puertas este jueves en un acto al que ha acudido el alcalde, Carlos Martínez Mínguez, tras haberse reformado el anterior edificio con una inversión para el concesionario, Manuel Iglesias, de más de 300.000 euros.
Con ello, esta zona verde suma ya un establecimiento de hostelería más con lo que se dará cobertura a la demanda de restauración para los paseantes que frecuentan por este espacio verde, el más grande del casco urbano de la capital.
"Estará abierto todos los días del año salvo problemas de causa mayor", ha reseñado Iglesias, quien ha indicado que al menos el periodo de adjudicación será de 25 años, si bien en las bases de la adjudicación se proponía que se ampliaría a los 40 en el caso de la demolición total de la antigua casa. En este punto, el adjudicatario ha señalado que pese no haber efectuado la demolición total, el gasto ha sido mayor que de haberlo hecho, ya que su intención era la de mantener un vestigio de las antiguas instalaciones.
Con todo, ha explicado que "se ha multiplicado por ocho" el anterior espacio, y ha agradecido que el Ayuntamiento le concediese el permiso para poder explotar el pequeño bar de madera que está ubicado unos metros más abajo durante las obras. Unas obras que han supuesto un gasto de más 300.000 euros, según ha reseñado el empresario. Las labores han respetado un muro de carga y se ha habilitado una nueva cubierta.
Iglesias se ha mostrado satisfecho e ilusionado por este nuevo establecimiento que regenta, afirmando que la capacidad de la sala podrá dar cabida a celebraciones como bodas, bautizos, comuniones y otros eventos.
En cuanto a la promoción gastronómica, ha asegurado que la cocina que en principio ha previsto podrá ofrecer platos "que van desde un huevo frito hasta un chuletón de ternera" sin descartar jornadas específicas dependiendo de los meses del año. Con todo, ha significado finalmente y con cautela que "veremos hasta dónde podemos llegar".