Se ha realizado un exhaustivo trabajo arqueológico para reconstruir fidedignamente los restos de este edificio del siglo XVI, que después fue posada y acabó siendo vendido a mediados del siglo XX para utilizar sus piedras en la construcción de una masía en Cataluña. El arqueólogo que ha realizado el control de todos los trabajos, Javier Moreda, ha destacado la importancia de unos restos que aportan muchos datos sobre los pequeños asentamientos monacales del siglo XVI y su evolución posterior
La subdelegada del Gobierno en Soria, María José Heredia, ha visitado esta mañana -miércoles 10 de octubre- el parque de Medinaceli donde se están reubicando los restos del convento franciscano del siglo XVI, que aparecieron cuando se realizaban los trabajos de construcción del tramo Radona-Medinaceli de la A-15. El espacio que albergará definitivamente los restos del convento conocido como de San Francisco será el parque temático de El Cid, junto a la carretera de Barahona.
El Ministerio de Fomento realizó un exhaustivo trabajo arqueológico para valorar la importancia de este yacimiento, cuyos restos podrán verse en este parque habilitado por el ayuntamiento de Medinaceli. Se ha decidido que fuera en la parte baja del municipio, Medinaceli-Estación, porque el convento apareció muy cerca de allí y porque la parte alta del pueblo tiene ya un rico patrimonio histórico que mostrar. Las obras de reubicación de los elementos extraídos del antiguo convento se prolongarán durante dos meses.
Como consecuencia de la aparición de este convento y de todos los trabajos que ha sido necesario realizar después, en consonancia con las indicaciones de la Comisión Territorial del Patrimonio Cultural, hubo que redactar y aprobar un proyecto modificado al del tramo Radona-Medinaceli de la A-15 que supuso un sobrecoste de unos 400.000 euros, de los cuales la mayor parte se invirtieron en las labores arqueológicas iniciales de limpieza de los restos para su catalogación y valoración.
El alcalde de Medinaceli, Felipe Utrilla, ha agradecido al Gobierno de España el esfuerzo realizado para ?rescatar un edificio que sabíamos que existía, porque incluso se ha utilizado como majada en el pueblo, pero que no sabíamos que tenía el valor que finalmente ha resultado tener?.
Tanto el jefe de área de Planeamiento, Proyectos y Obras y de la Demarcación del Ministerio de Fomento a la que pertenece Soria, Javier Fernández, que es además el director de las obras del tramo Radona-Medinaceli, como el arqueólogo que ha realizado todos los trabajos que han desembocado en este traslado, Javier Moreda, han destacado la importancia de haber compatibilizado la necesidad de ejecutar una obra como es un tramo de autovía con la conservación de nuestro patrimonio histórico. En esta visita de la subdelegada, también ha estado presente Antonio Tenorio, en representación de Acciona, la empresa que realiza el mencionado tramo de la A-15.
APARICIÓN
En 2009, los trabajos de seguimiento de este tramo de la A-15 entre Radona y Medinaceli depararon la localización de un yacimiento arqueológico no catalogado en el Inventario Arqueológico de Soria ni detectado durante los trabajos de prospección previa realizados sobre lo que iba a ser el trazado de la autovía. Se trataba de este convento que se encuentra a unos 400 metros al norte del núcleo urbano de Medinaceli Estación.
Ocupaba una terraza sobre el río, en una plataforma de unos 2.100 metros cuadrados de extensión. El lugar, una vez eliminada la vegetación superficial, puso al descubierto una serie de muros, en algunos casos con refuerzos o pilastras adosadas, así como alguna pila tallada en piedra y un pozo con su correspondiente brocal.
De acuerdo con el Reglamento para la Protección del Patrimonio Cultural de Castilla y León, el hallazgo se puso en conocimiento del Servicio de Cultura de la Junta. En mayo de 2009, se decidió la elaboración de un proyecto que conllevase la excavación total del yacimiento localizado. En junio de ese año, la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de Soria autorizó la intervención arqueológica en estos restos del convento de San Francisco.
La excavación puso de manifiesto la existencia de un edificio de planta rectangular con patio central en el que se marcaban perfectamente tres áreas de actividad: Un espacio de culto, una zona residencial y un área de servicios. También se evidenciaron los distintos cambios que fue sufriendo a lo largo de la historia.
DE CONVENTO A POSADA
Los más importantes para su fisonomía son los realizados tras la Desamortización, en el siglo XIX. El edificio pasó a ser un albergue o posada. La reestructuración que se hizo entonces cambió radicalmente el inmueble.
La posada se abandonó a principios del siglo XX. El inmueble se vino abajo y se produjo un saqueo sistemático de sus principales elementos constructivos y decorativos. El mejor ejemplo queda reflejado en las columnas y capiteles que, en su momento, decoraron el patio. De los 16 que debió de haber en origen, solo se ha recuperado un capitel y cinco columnas fragmentadas.
Tras conocer todos estos pormenores y el grave estado de deterioro de los restos, el Ministerio de Fomento, con la aprobación de la Comisión Territorial del Patrimonio Cultural, decidió que parte de los restos del convento franciscano fueran trasladados al casco urbano de Medinaceli.
El elemento principal, el patio, sería trasladado a una zona ajardinada dispuesta por el ayuntamiento. El Ministerio trasladó las piedras con intención de reponerlas con la misma orientación que tenían en el edificio original. Por este motivo, el ayuntamiento preparó la zona ajardinada, con los correspondientes complementos, teniendo en cuenta esta orientación.
Lo que finalmente se ha empezado a montar en Medinaceli Estación es parte de la cocina, del patio, del acceso desde el este y de la iglesia. De la cocina se ha conservado el monolito que servía de fondo al hogar. Es una laja prismática de piedra arenisca de 0,90 metros de altura, 1,30 metros de longitud y 0,20 metros de anchura.
Del patio, que ya está prácticamente reubicado, se ha trasladado todo lo que ha podido recuperarse. Destaca el brocal del pozo y la columnata y antepechos que componían su perímetro así como el enlosado del suelo.
Del acceso desde el este, se desmontaron y trasladaron las piezas que componían la puerta, tanto su alzado exterior como sus jambas y arco interior. Y de la iglesia, se ha trasladado el acceso principal. Estas dos entradas o portales todavía no han sido reubicados.
Todas las zonas de la planta del convento que no han podido recuperarse se completarán con elementos vegetales. De acuerdo con el compromiso adquirido con el Ayuntamiento de Medinaceli, una vez terminados los trabajos de reconstrucción de los restos del convento, el municipio se hará cargo de su mantenimiento y de garantizar su seguridad.