La huelga de profesionales de Enfermería de Servicios Sociales de Castilla y León convocada por SATSE fue secundada, según el propio sindicato, en un porcentaje cercano al cien por cien por estos profesionales, que protestaban por "el deterioro de sus condiciones laborales que supone para este colectivo la aplicación del aumento de la jornada laboral establecido por la Junta de Castilla y León, discriminándolos respecto al resto de empleados públicos regionales".
La huelga estaba convocada en las residencias y en los centros de atención a disminuidos psíquicos (CAMP) de Castilla y León que dependen de la Gerencia de Servicios Sociales de esta Comunidad y fue respaldada mayoritariamente por los profesionales de enfermería que trabajan en estos centros, salvo en el caso de la Residencia Asistida de Valladolid (RASVA), en la que el seguimiento es dudoso porque en ella se les ha prometido a las enfermeras determinadas mejoras que, a juicio de SATSE, no van a llegar. Asimismo, en los centros de atención a disminuidos psíquicos (CAMP), los servicios mínimos del cien por cien de la plantilla han impedido que la huelga fuera secundada por los enfermeros de los mismos.
Los profesionales de Enfermería y los delegados de SATSE se encadenaron también a la puerta de los centros dependientes de Servicios Sociales en señal de protesta por la actitud de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades totalmente negativa hacia las demandas del colectivo, ya que sus responsables no se sientan a negociar y hacen caso omiso de las propuestas de los profesionales enfermeros, que no suponen, por otro lado, un mayor gasto para la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades.