El visto bueno de Patrimonio a la alternativa propuesta por el Ayuntamiento de Soria para proseguir con las obras de la tubería del Castillo ha permitido al Consistorio y la empresa adjudicataria proseguir con la intervención tras el parón derivado de los hallazgos arqueológicos encontrados en la excavación junto al depósito. La intervención se ha retomado con el consiguiente seguimiento arqueológico y las medidas correctoras oportunas en el caso de que se documenten estructuras y sea posible su salvaguarda. El Ayuntamiento remitió a la Comisión la documentación relativa al trazado alternativo de esta nueva tubería y su conexión con el depósito de agua del Castillo y la red de abastecimiento de agua potable. La opción municipal pasa por realizar la obra ajustada a los cimientos del depósito para aprovechar el movimiento de tierra que en su momento ya se realizó y, posteriormente, la realización de una portilla de entrada en la muralla de 60x60 para reducir al mínimo el impacto en esta construcción y unir la obra realizada extramuros con la red que se está sustituyendo intramuros. Esta alternativa es la que supone una perforación menor en la muralla y la actuación en zonas ya alteradas. La Comisión de Patrimonio ha informado favorablemente de la misma explicando su decisión en la falta de otras alternativas y el interés general de las obras así como por causar la menor afección en los restos existentes y tener una menor extensión que las otras posibilidades planteadas con anterioridad. Pese a este visto bueno también se exige una excavación arqueológica completa de la zanja documentándose las estructuras arqueológicas. La muralla del Castillo de Soria tiene la consideración de Bien de Interés Cultural. Teniendo en cuenta que se trata de una zona susceptible de albergar restos arqueológicos, los movimientos de tierra seguirán precisando de un control arqueológico para evaluar la presencia de los mismos bajo cota cero.
La intervención supone una inversión de 600.000 euros y permite sustituir la vieja canalización de borna desde la que se reparte agua a toda la ciudad. Tras ejecutarse el 50% de la obra y su posterior paralización a la espera del informe de Patrimonio, la obra se ha podido reanudar y encara ahora el último tramo de 200 metros que unirá el depósito con la canalización general saltando el último desnivel. Los trabajos permitirán cambiar el hormigón y acero original por fundición dúctil dentro de la serie de intervenciones que viene realizando el Ayuntamiento para modernizar la red de abastecimiento de agua en toda la ciudad. Las catas arqueológicas realizadas han desvelado la aparición de restos como un tramo de calzada medieval.