Los campos de ensayo de Asaja, abiertos a visitantes

Inviernos cada vez más cortos y veranos prematuros y secos. Esas son las nuevas condiciones a las que tienen que enfrentarse los agricultores en la provincia de Soria. Aunque la temporada pasada la cosecha fue muy buena, este año las escasas lluvias de los últimos meses auguran unos resultados muy pobres en la recogida del cereal, la mitad que en la campaña anterior, y el clima parece un fenómeno cada vez más impredecible. Ahí radica, según los expertos, la importancia de apostar por la investigación en semillas y cultivos que se orientan a generar variedades resistentes al cambio climático y a las enfermedades.

Los llamados campos de ensayo sirven para exponer los resultados de estas investigaciones y estudiar su comportamiento en la tierra para la que han sido diseñados, con distintas condiciones de riego y utilización de productos agrícolas. Esta mañana la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) ha organizado una jornada de reunión con agricultores de distintas partes de la provincia para que puedan comprobar por sí mismos estos resultados y ponerse al día con los últimos avances del sector.

De los 24 años que llevan estos campos ocupando las tierras adnamantinas, esta es la vigésimo primera vez que reciben visitas, tras un pequeño parón derivado de las condiciones de la pandemia. Carmelo Gómez, presidente de ASAJA Soria, ha recordado que "el fin de estos campos es experimentar con variedades y productos nuevos y distintos abonados, simientes, insecticidas y herbicidas para ver qué puede servirnos para nuestras explotaciones particulares", de tal forma que cada agricultor elija los productos más convenientes para su tierra. Las plantaciones de la muestra son de secano ya que, recuerda Gómez, Soria es la provincia que menos regadío tiene de toda España, menos de un 5%. El presidente de la asociación en Soria celebra que cada año acudan más productores a esta reunión y recuerda que los campos siguen abiertos a visitas, con o sin la guía de los técnicos de Asaja, incluso acabada esta jornada.

A la cita también ha acudio Donaciano Dujo Caminero, presidente de ASAJA Castilla y León, que ha querido destacar la gran ventaja para los agricultores de que existan estos campos de ensayo. "Este trabajo de prueba que habría que hacer en una explotación privada, lo hace ASAJA Soria y así el agricultor puede decidir sobre hechos ya confirmados", afirma, asegurando que los agricultores están deseando que llegue el momento de visitar estos campos cada año. Dujo recuerda, además, la importancia que tiene que las simientes permitan cosechas tempranas, dentro de lo que sea adecuado para cada zona, ya que en un año tan malo como este, solo provincias como Palencia o Burgos han conseguido obtener una producción más o menos rentable, mientras que las más tardías, como Soria, se han visto más afectadas.

Tendencias en investigación

Las empresas prueban en estos campos las variedades que van a salir al mercado durante los próximos 5 o 10 años. Así lo ha afirmado Raúl Tarancón, delegado de Castilla y León de RAGT Semillas. En el campo de Almazán, en concreto, buscan "unas condiciones de frío extremo en invierno, con primaveras muy calurosas y secas condicionado a su vez con riegos de apoyo", tratando obtener el máximo rendimiento de estas nuevas variedades, aunque en el futuro pretenden implantar más zonas de ensayo en la provincia.

Tarancón destaca la importancia de la investigación sobre la resistencia al cambio climático y la lucha contra enfermedades sin el empleo de fitosanitarios, cuyo uso cada vez se complica más. Aun así, el primer objetivo parece seguir siendo la reducción del tiempo de maduración. "Tenemos variedades de hace 20 años que necesitaban 3 meses para finalizar su ciclo y ahora en mes y medio el cultivo ha acabado de dar su ciclo completo", asegura.

Eduardo Pascual, técnico de cultivos de Copiso, coincide en la importancia de reducir este tiempo de maduración, y añade el valor de adaptar la variedad a las condiciones concretas de la provincia de Soria, siendo una de las principales la elevada altura del territorio. "No todas las variedades que funcionan en otros sitios funcionan aquí. Nosotros tenemos que testarlas para comprobar cuáles son las que verdaderamente se adaptan a este clima y a este tipo de tierras", asegura.

El mercado de la semilla certificada crece cada vez más y Pascual destaca la tendencia de los agricultores de apostar cada vez más por variedades regulares, que respondan casi todos los años. "Igual en un año muy bueno no te dan un pico de rendimiento óptimo pero, por lo menos, en un año malo no te dejan tirado", asegura. Además, cree que el conocimiento de los productores en genética vegetal va en aumento, con un interés crecidente de la gente joven, lo que les anima a seguir trabajando por encontrar variedades que aporten "cada vez un poquito más". La compañía ha optado por la construcción este año de una planta de fabricación de abonos de mezcla en la villa adnamantina que, asegura, Pascual, aportará agilidad al proceso de cultivo. Así podrán trabajar con multitud de materias primas, obtener los abonos a un precio más estable y, sobre todo, fabricar estos productos a la carta, adaptándolos a la heterogeneidad de los suelos y comarcas sorianas.

"Las casas de semillas están haciendo todo lo que pueden para remediar las carencias que podemos tener por plagas, climatología, etc.", agradece Gómez, refiriéndose a la prohibición por parte de la Unión Europea de la utilización de determinados transgénicos que, afirma, dan muy buenos resultados en otras zonas del mundo. "Hay que estar al día y siempre buscar la mejor solución a los problemas del agricultor", reconoce. Donaciano Dujo ha aprovechado para reclamar ayuda y claridad por parte de las instituciones, sobre todo en un año tan malo para las cosechas a las que se ha sumado la subida de los costes de producción.