Marino Valdecantos, vecino de Rollamienta, recibe un homenaje por su centenario
La Diputación Provincial de Soria, a través del Centro de Acción Social, homenajeará a Marino Valdecantos García con motivo de su centenario el próximo sábado 3 de agosto. El acto está previsto para las 13.30 horas, y en el mismo la diputada provincial Nuria Caballero le hará entrega en nombre de la Diputación de una placa conmemorativa y de la copia en pergamino de las partidas de nacimiento. El edificio de las Escuelas Nuevas tendrá lugar el homenaje, mientras que justo en frente en las Escuelas viejas la familia ofrecerá una comida para los vecinos de la localidad.
Nacido el 18 de febrero de 1913 en Rollamienta, Mariano fue el menor de una familia de cinco hijos. El padre fue durante muchos años alcalde de Rollamienta.
A los 16 años emigró a Argentina buscando una vida mejor. Allí, en la ciudad de Salta, trabajó durante tres años en el comercio de telas de unos tíos, atendiendo al público y trabajando en el almacén. Pero aquellas son tierras pantanosas y contrajo el paludismo, lo que le obligó a volver a su tierra. Mientras seguía ayudando en las labores de la casa, comenzó a estudiar y ejercer de secretario de la administración local en los pueblos cercanos.
El comienzo de la guerra civil marcó otro cambio en su vida. La pérdida de movilidad en un brazo como consecuencia de un accidente (la caída de una burra) hizo que fuera declarado inútil total, lo que no le impidió alistarse para cumplir servicios auxiliares en Zaragoza. Una tuberculosis le devolvió a Rollamienta, donde reanudó sus actividades agrícolas, ganaderas y como secretario de ayuntamiento.
A la muerte de su padre, le fue ofrecido su puesto de administrador de fincas en Córdoba y Sevilla, trasladándose con ese motivo a vivir a Andalucía. Pero nunca dejó de volver por Soria y Rollamienta. En uno de esos viajes, conoció en Rebollar a la que habría de ser su mujer, Genara García Pérez, natural de Carrascosa de la Sierra y maestra nacional que ejercía en Cihuela. Se casaron en 1946 en la basílica del Pilar, en Zaragoza, estableciendo su residencia en Écija (Sevilla), donde nacieron sus cuatro hijas.
La familia se trasladaba a Rollamienta durante los meses de verano, de manera que sus hijas crecieron entre Écija y Rollamienta. En 1978 rehizo una parte de la casa de sus padres y desde ese año la casa se ha convertido en lugar de visita habitual, y no sólo en verano, por parte de sus hijas, de sus siete nietos y sus siete biznietos.
Tras el fallecimiento de su mujer en 1985, se trasladó a vivir a Sevilla, donde continúa residiendo. Pero Soria y Rollamienta han seguido siendo parte de su vida. Socio fundador de la Casa de Soria en Sevilla (en la actualidad, casa de Castilla y León), ha mantenido contacto con sorianos y mantenida viva la presencia de Soria entre familiares y conocidos. Y los veranos en Rollamienta han continuado formando parte de su vida, pues la estancia en su pueblo siempre ha sido para él motivo de alegría y rejuvenecimiento.
Con motivo de sus 100 años ha hecho a su pueblo la donación de dos bancos, que se han instalado en la zona de La Cerrada, frecuentada como zona de paseo del pueblo. La inscripción sobre esos bancos de un muy sencillo texto (Mariano Valdecantos, 100 años) guardará para siempre el testimonio de devoción por su querida tierra soriana y sus queridas gentes.