El delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, alentó a los ciudadanos de la Comunidad a extremar las medidas de precaución y vigilancia ante el riesgo de incendios por el aumento de las temperaturas durante los próximos días en todo el territorio. ?Hay que tener cuidado con los descuidos y pedir la colaboración para detener a los desaprensivos que provocan incendios intencionados?, precisó.
Ruiz Medrano realizó estas declaraciones durante una visita a la base de la Brigada de Refuerzos contra Incendios Forestales (Brif) que el Gobierno tiene en Lubia (Soria), que ha intervenido en 16 siniestros en lo que va de año, cuya labor ensalzó, al tiempo que subrayó que el modelo de extinción de incendios de la provincia es ?exportable? a Castilla y León ya que cuenta con medios de última generación como las cámaras térmicas de la Junta para detectar incendios.
Asimismo, Ruiz Medrano garantizó que trasladará al Ministerio de Medio Ambiente la eficacia con la que trabaja esta brigada con el fin de mantener el servicio en verano y el resto de año para que realicen actuaciones en materia de prevención.
De las diez brigadas de incendios forestales de las que dispone el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, tres, la de Lubia, la de Tabuyo en León y la de Puerto el Pico en Ávila, se encuentran en Castilla y León. Además, también se ubican en esta Comunidad las bases de aviones anfibios de Matacán (Salamanca) y Rosinos (Zamora). ?Las 250 personas que trabajan en estas bases trabajan con profesionalidad en la Comunidad y en otros puntos de España en las que se las requiera?, significó.
El delegado del Gobierno felicitó a los integrantes de la brigada por su ?profesionalidad y eficacia? a la hora de combatir los incendios, y recordó que durante el presente año los brigadistas de Lubia y los dos helicópteros con los que cuentan han intervenido ya en 16 siniestros, nueve de ellos en la provincia y siete en otros puntos como Valencia, donde colaboraron en la extinción del incendio de Andilla, o en Camino Morisco (Cáceres).
Esta BRIF-A está formada por más de 60 profesionales cualificados entre los que se encuentran, además de los pilotos y mecánicos de los helicópteros, un jefe y dos subjefes, un preparador físico, seis capataces, 45 especialistas, dos emisoristas, dos técnicos de base y dos cocineros. Durante la campaña de extinción el personal se divide en tres brigadas, cada una de ellas dirigida por un técnico y compuesta por dos cuadrillas con siete especialistas y un capataz. Cuentan para desplazarse con dos helicópteros biturbina de doce plazas y helibaldes de 1.500 litros, además de nueve todoterrenos y maquinaria auxiliar ligera.