Pinilla del Olmo celebra una boda 44 años después 'oficiada' por el alcalde pedáneo de la localidad
Ocurrió en el año 1968 cuándo se celebró la última boda en Pinilla del Olmo, y fueron los contrayentes Luisa y Antonio, y todavía se recuerda aquel festejo que duró tres días y sus noches de música, comida y bebida sin tasa. En este puente del Pilar, otra novia recorrió con su vestido blanco el rústico pavimento del pueblo, y no fue cura el oficiante, sino que ejercieron el menester, al alimón y en buena armonía, el concejal Raúl Garrido, y José Luis Bartolomé, alcalde pedáneo de Pinilla.
Fue voluntad de la novia, Yolanda Iriarte Tundidor, la de firmar su compromiso matrimonial en el lugar de sus abuelos maternos, en el que ella y sus hermanos pasaron los veranos de su infancia, y al que sigue acudiendo con motivo de fiestas patronales. El novio, Javier Jiménez, natural de Calahorra, no pudo evitar dar su beneplácito, con lo que cerca de un centenar de personas se desplazaron a Pinilla del Olmo, en cuya plaza se habilitó una carpa, adornada con motivos florales. La ceremonia, amenizada por un cuarteto de cuerda, resultó solemne y lucida, suponiendo un acontecimiento el derroche de elegancia y glamour que por una jornada recorrió las calles de un pueblo soriano, de tantos en los que nunca pasa nada.