Por tales motivos, el responsable de la cartera ministerial aseguró que el presupuesto que aceptará España es el que mantiene la financiación para la PAC dentro del período plurianual 2014-2020 y que asciende para todos estos años a 3671.000 euros, por lo que manifestó que las reformas deberán ir en función del ?mantenimiento de dicha dotación presupuestaria?.
Además, Cañete puso énfasis en asegurar que en la reforma desaparecerá el modelo de pago único, siendo sustituido por un régimen de pago básico por hectárea. La aplicación en el sector español podría producir graves desajustes, con el consiguiente peligro para la viabilidad de las explotaciones, al producirse trasvases muy importantes de ayudas entre sectores y territorios. Por ello, el ministró se comprometió a no apoyar la propuesta ?y consideramos necesario plantear un mecanismo de aproximación, progresivo y limitado, para que el nivel de pagos directos sea ajustado a lo largo del período transitorio?, dijo.
También señaló que la asignación de derechos será fundamental en el reparto de las subvenciones. ?El hecho de que en nuestro país haya una enorme diferencia entre el número total de hectáreas declaradas para el régimen de pago único en 2009 y la superficie total potencialmente subvencionable incluida en el SIGPAC (38,3 millones de hectáreas), puede diluir la cuantía de los importes por hectárea. La mayor parte de esa diferencia, hasta los 38 millones de hectáreas, procede de pastos permanentes?.
Por último, y entre otras cosas, explicó que para nuestro país será imprescindible la limitación de ?hectáreas admisibles? que puedan entrar en el sistema, mediante el establecimiento de un período de referencia anterior a 2014?. Así, el nivel de apoyo podría mantenerse en un valor similar al actual y se minimizaría la competencia entre el sector agrario y el ganadero por el acceso a la tierra. Caso de no ser así, el ministro calculó que ?la ayuda media por hectárea en España se reduciría muy significativamente, (de 229 euros por hectárea a los 125)?.