Soria honra a sus difuntos en Todos los Santos en un día gris con temperaturas suaves

Fieles a la tradición, un año más, decenas de miles de sorianos han acudido al lugar donde dijeron el último adiós a los cuerpos sin vida de los más queridos. Como prueba de este afecto, la visita a estos lugares de recogimiento y de emotivo recuerdo ha sido la causa obligada que ha atraído la atención de la jornada.

Una jornada de encuentros familiares y también de reflexión emotiva en los recintos fúnebres de toda la provincia que ha transcurrido bajo un cielo gris y temperaturas algo más suaves que el día anterior.

En la capital, El Espino ha abierto las puertas con un interior engalanado para la ocasión, ya que cientos de personas días atrás habían dispuesto sus particulares estancias para este día.

La festividad de Todos los Santos es celebrada por la Iglesia Católica como un día de acción de gracias hacia aquellas personas que fueron canonizadas en su tiempo, esto es, quienes ya alcanzaron la santidad, y, consiguientemente, tienen ya su estancia eterna en el Cielo. Así, la jornada de este viernes día 2, está establecida como Día de Difuntos, es decir, dedicada a todos aquellos que todavía no han alcanzado el Paraíso tras su estancia terrenal, con lo que los católicos veneran su recuerdo con oraciones para que de este modo, logren también la gloria, lejos de celebraciones distintas a la tradición, que es propia de la cultura y de las creencias autóctonas profesadas desde antaño.