No es en vano cuando se denomina Soria la Ciudad de los Poetas, pues no solo este triunvirato de grandes literatos se ha inspirado en la geografía y la sociedad soriana para escribir sus obras. Muchos han sido los escritores que antes y después han inmortalizado con sus letras la ciudad del Duero. Desde Pío Baroja a Benito Pérez Galdós pasando por Enrique Cook, Madame d´Auboy, Bernabé Tierno, Aurelio rioja, Julio Garcés, Dámaso Santos, Juan Antonio Gaya Nuño, Julián Marías, Ángela Figuera, Dionisio Ridruejo o, los más recientes, Avelino Hernández, Fernando Sánchez Dragó, Fermín Herrero y un largo etcétera. Soria inspira.
Ruta de los poetas:
*Instituto Antonio Machado
*Antiguo convento de Mercedarios y Aula Magna Tirso de Molina
*Plaza de los Condes de Gómara: palacio y casa de Pérez Rioja
*Casa de Machado (Calle Claustrilla)
*Casa de Machado (Torcuato)
*Casino Amistad Numancia
*Plaza Mayor
*El Mirón: Cementerio y Olmo Seco
*Balcón de Castillo
*Convento del Carmen (Santa Teresa)
*Casa de Bécquer (C/Zapatería)
*Antiguo convento de Agustinos (Fray Luis de León)
*San Juan de Duero (El Monte de las Ánimas)
*San Polo (El Rayo de Luna)
*Paseo de San Saturio (poesías de Machado y Gerardo Diego)
*Rincón del poeta
*Ermita de San Saturio (el santero de San Saturio)
Soria, sucedida y barbacana, la tierra escrita con plumas de Bécquer, Machado, Gerardo Diego o Unamuno, autoras de una cartografía literaria que recorrer en cuerpo y letra por una ruta multiplicada. Es así como la herencia poética se vuelve aquí paisaje.
Antonio Machado y Ruiz nació en 1875 en Sevilla. Llega A Soria en mayo de 1907 con 32 años, tras aprobar la cátedra de Lengua Francesa en el instituto que actualmente lleva su nombre. Antonio Machado se instala en la ahora desaparecida pensión de Isabel Cuevas, en la esquina de la calle Estudios, donde conocerá a la hija mayor del matrimonio, Leonor. El poeta enseguida se fija en ella y, tras un tiempo de noviazgo, deciden casarse el 30 de Julio de 1909 en la iglesia de Nuestra Señora de la Mayor. En Enero de 1911 se trasladan a Paris, donde Leonor enferma, por lo que deben regresar a España. La esposa y musa del poeta muere el 1 de Agosto de 1912 y es enterrada en el cementerio del Espino. A los ocho días Antonio abandona Soria para continuar su labor docente en Baeza (Jaén). En 1932 regresará por última vez a la ciudad del Duero para recibir un sentido homenaje. Soria será, hasta su muerte en la localidad francesa de Colliure el 22 de febrero de 1939, una constante en su vida y su obra.
GUSTAVO ADOLFO BECQUER
Gustavo Adolfo Domínguez Bastida, más conocido como Bécquer, nació en Sevilla el 17 de febrero de 1836. En la casa del médico que le trata de una enfermedad en Madrid, conocerá a la soriana Casta Esteban, con la que contrajo matrimonio el 19 de mayo de 1861. En 1862 nació su primer hijo, Gregorio Gustavo Adolfo, en Noviercas, (Soria), donde poseía bienes la familia de Casta y donde Bécquer tuvo una casita para su descanso y recreo. Pasaría algunas temporadas en Soria en la casa de su tío, situada en la plaza Ramón Benito Aceña. La ciudad, el río, las estrechas callejuelas? servirían de inspiración a algunas de sus más conocidas Rimas y Leyendas. En 1866 comienzan los problemas matrimoniales entre Casta y Bécquer, pues parece ser que ella le es infiel y tienen un hijo cuya paternidad atribuyen al amante apodado El Rubio, natural de Noviercas. El poeta romántico por excelencia falleció en Madrid el 22 de diciembre de 1870.
GERARDO DIEGO
Gerardo Diego Cendoya nació el 3 octubre de 1896 en Santander. En 1920 obtuvo por oposición la cátedra de Lengua y Literatura del instituto de Soria, por lo que se traslada a vivir a la ciudad para trabajar en el mismo centro en el que años atrás lo había hecho Antonio Machado. Los dos años que pasó en la ciudad del Duero fueron muy fructíferos, tanto a nivel social como poético. Fue socio del Casino Numancia, donde participaba activamente en sus tertulias y en el que llegó a dar algún recital de piano, instrumento que todavía puede contemplarse en la sala que lleva su nombre. Profundamente atraído por el encanto de ciudad y provincia, le dedicó un emotivo poemario titulado Soria Sucedida. El representante del ideal de la generación del 27, maestro en fusionar la poseía tradicional con la vanguardia, murió el 8 de julio de 1987 en Madrid.