Soria no ha registrado víctimas de viajeros ferroviarios desde 1980

En cuanto a arrollamientos del tren, el suceso que más conmovió a la opinión pública fue el del atropello de dos niños en Ágreda, en septiembre de 1982, quienes fallecieron mientras jugaban cerca de las vías dentro del propio casco urbano, concretamente a escasos metros del puesto de la Guardia Civil y del que mantiene aún la Cruz Roja.

En 1993 un rebaño de ovejas fue alcanzado por el tren en el término de Navalcaballo. El convoy descarriló con lo que 18 personas resultaron heridas. En el tren viajaban treinta personas.

Más adelante, y según narró Alberto Peña, de la Asociación de Amigos del Ferrocarril, (ASOAF), en el año 2001 un tren del tipo ?Tagamochi? 596-010 de trayecto regional, arrolló a un camión que se encontraba realizando tareas de carga de madera quemada del incendio que aconteció en el verano anterior en la demarcación del Izana. Resultó herido el conductor del camión. Un año después, y muy cerca de donde tuvo lugar este siniestro, en el paso a nivel de Tardelcuende, un camión de reparto fue alcanzado por un TER.

Remontando más atrás, a comienzos del siglo pasado, en 1904, el ferrocarril minero de Ólvega que llevaba material de oligisto hasta Castejón sufrió un descarrilamiento en el que fallecieron un operario de la estación y dos obreros más. La vía que actualmente llevaba este recorrido ha desaparecido, quedando sólo el trazado conocido como la 'Vía Vieja'.