(Soria, España) Puerta grande para Román y Posada de Maravillas. Martín Escudero también la pudo conseguir, pero una lesión en su mano diestra le privó de manejar con acierto los aceros.
Sábado, 28 de septiembre, cuarto y último festejo del abono de temporada. Novillada con picadores de las Fiestas de San Saturio.
Escasa entrada, en tiempo desapacible, con descarga de aguacero de distinta intensidad durante prácticamente todo el período de duración del festejo.
Se han jugado 6 utreros de El Torreón, propiedad del Maestro César Rincón, bien presentados y de buen juego, siendo algunos aplaudidos al arrastre.
Román, oreja y oreja
Martín Escudero, aplausos en su lote.
Posada de Maravillas, dos orejas y oreja.
Ciertamente que, en toda la historia taurina de esta plaza, las Fiestas del Patrón, Anacoreta San Saturio, se ha programado un festejo taurino, como mínimo, de distintas categorías. Y era por estas fechas de primeros del mes de octubre, cuando la parroquia soriana podía ver toros en su plaza. Hablo en líneas generales.
El día del Patrón, 2 de octubre, nunca hubo toros, siendo la programación taurina tradicional (las fiestas se desarrollan del 1 al 5 de dicho mes) reservada para el día 3, festejo canónico; día 4, el cómico taurino musical y el día 5 la suelta de vaquillas.
Pero los gustos cambian, las necesidades también. Las Fiestas de San Juan, que se celebran en la época estival recién estrenada, le fueron ganando la partida, en lo taurino, a las patronales. Y sumando que en octubre, o como en el caso de este año finales de septiembre (por aquello de buscar el fin de semana más propicio), la climatología da un respingo y cae en picado, pues el personal se muestra remiso a acudir al coso de San Benito para ver toros.
Por ello, creo razonable buscar soluciones, con calma y cabeza, porque seguro que habrá fórmulas para que, ver toros, sea un disfrute de la afición y no un calvario, por motivos ajenos a las propias lidias y espectáculo en sí.
Dicho, o mejor, escrito lo precedente la tarde de ayer en Soria fue una lástima, porque de haber habido sol y moscas su desarrollo hubiera calado muy de distinta forma en la ciudadanía.
Excelente cartel de novillos y novilleros, sobre el papel y en la práctica, que hizo disfrutar ayer a los sorianos y sobrellevar el agua bendita que el Patrón nos mandó, quizá por haber sacado el festejo de sus días señalados, aunque ello es entendible porque, también esto es negocio y es legítimo, por parte de la empresa, querer salvar los muebles.
Gozamos del buen y fresco toreo de la terna en su conjunto, cada cual con su corte, pero los tres manejando las telas con primor, ante unos utreros de muy buena calidad para la práctica del capoteo, rehileteo y muleteo. Bien también las cuadrillas, de a pie y a caballo, que completaron la gran tarde de toros en que se hubiera rematado, si el buen tiempo también hubiera hecho el paseíllo.
En suma, tres exquisitos conceptos para seis estupendas lidias a otros tantos astados, razonablemente presentados y manejables para el disfrute de este bello arte. Así, con estas disposiciones, se puede pedir a la gente que vea toros, que acuda a las plazas. Lo de la climatología, a pesar del bien que al mundo hace el agua, en toros pone la inestabilidad y no es invitada a esta mesa, como tampoco los soplos de Eolo.