En estos casos, las causas no son por recolección sin permiso, sino por acampadas ilegales, ocupación de refugios o por verter basuras en el monte, si bien los denunciados son personas o grupos organizados que estaban en el monte para buscar setas. Se han incautado un millar de kilos, en los decomisos que se han producido. Así se señala desde el Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (Cesefor), que es el gestor del proyecto Myas y, por tanto, de vigilar el cumplimiento de la regulación.
La presión recolectora se han notado mucho esta campaña, al darse una producción decente, en comparación con otoños anteriores, que ha animado a acercarse hasta los montes sorianos a muchas personas, muchas de ellas mediante grupos organizados, principalmente extranjeros.
Para los responsables del proyecto Myas, esta campaña que ya está finalizando ha evidenciado la importancia de que se haga una regulación de la recolección micológica, para mantener un control que impida prácticas de recolección dañinas y que deterioren el medio ambiente; así como para evitar la especulación económica, a fin de que el valor añadido del producto se queden en la provincia y en los pueblos de las zonas productores.
Hacía años que no se veía una temporada de hongos como la de este otoño, y parece que todavía no se ha cortado la producción, por lo que habrá que esperar a tener datos más fidedignos de producción, porque el níscalo se ha retrasado, pero la humedad y las temperaturas suaves están ayudando a salir.