La Alianza por la Unidad del Campo, integrada por UPA y COAG, ha calificado de ?muy preocupante? la circunstancia de que en los últimos cinco años el censo de ovejas en Castilla y León haya disminuido en un millón de animales. El incremento de los costes de producción y el bajo precio que los ganaderos perciben por sus productos lleva al abandono de la actividad.
La Alianza señaló, en una nota de prensa recogida por Ical, que actualmente hay en la región un total de 3.278.539 cabezas de ovino, con la provincia de Zamora como la que más censo tiene, con 729.280 animales, y Ávila la que menos, con 188.794. Según los datos recabados por la agrupación, hace cinco años el número de cabezas ascendía a 4.321.000, 1.043.000 más de las actuales.
Asimismo, incidió en que el descenso en ovino ha sido ?progresivo?, ya que hace 10 años el censo era de 4.860.000 cabezas (1,6 millones de animales más que ahora) y que también en el último año la disminución de la cabaña ha sido?significativa? ya que se redujo en 300.000 cabezas en 2011 respecto a 2010.
UPA y COAG achacaron esta situación ?tan delicada? a la ?desmesurada subida? de los costes de producción año tras año y a los ?bajos precios? que los ganaderos perciben por sus productos, que les empujan a cesar su actividad. Así, recordaron que desde el año 2009 el precio medio del pienso se ha incrementado más de un 25 por ciento; el del gasóleo agrícola, más de un 40 por ciento, y la energía eléctrica, un 30 por ciento, mientras que los medicamentos para el ganado también han sufrido un encarecimiento considerable.