Vestas ha informado de esta decisión este mismo lunes a la representación legal de los trabajadores de las plantas de Ólvega y Daimiel, así como a los trabajadores, con cuyos representantes se iniciará a partir de ahora un proceso de negociación. Vestas espera que estas conversaciones "transcurran de la mejor forma posible" y que el proceso esté "basado en el diálogo".
Esta decisión se produce como consecuencia de un proceso de ajuste de capacidad de producción global con el objetivo de adaptarse a la demanda actual y al nivel de actividad previsto para los próximos años. Además, Vetsas intentará reducir sus costes fijos para mejorar su competitividad a largo plazo. Las previsiones apuntaban a una reducción de la plantilla, pasando de los 21.000 empleados a algo más de los 19.000.
Además de las dificultades en el sector, la empresa asegura que, en el caso de España, la situación de incertidumbre regulatoria y el actual entorno económico en España de los últimos años "ha afectado en gran medida al desarrollo de la eólica".
La fábrica de Ólvega se dedica desde 2003 a la fabricación de paneles de control, que son los dispositivos eléctricos que administran la corriente generada, regulan las comunicaciones y se encargan de gestionar el correcto funcionamiento de las diferentes partes del aerogenerador. Hace cuatro años inauguró unas nuevas instalaciones, que ahora van dejar de ser operativas, según todos los indicios.
En los últimos años, la planta ha fabricado todos los paneles a nivel mundial para el modelo V52 y otros del modelo V90-2MW, destinados principalmente al mercado europeo. La planta cuenta en la actualidad con 96 empleados, a los que en principio se anunció un recorte de la plantilla, estimándose entonces el despido de una tercera parte de la totalidad de los empleados.
Según han avanzado fuentes de los trabajadores a SORIANOTICIAS.COM, esta circunstancia estaba en cierto modo, anunciada, ya que se anunció el despido de una tercera parte de los empleados, y se trataba por ello, ?de una lotería que podía tocar a cualquiera de nosotros, pero no en la totalidad de la fábrica?, han lamentado. Así, todos los empleados se han visto obligados a detener la producción, saliendo de la fábrica en lo que se trata de un nuevo y duro golpe al empleo en la demarcación del Moncayo. Tanto los puestos de administración como de dirección también se incluyen en esta medida.
Por otro lado, ll vicepresidente senior de Controls & Generators, Vestas Wind Systems, Ole Thomsen, Vicepresidente Senior, Controls & Generators, Vestas Wind Systems, "lamenta el impacto que tendrá esta decisión" para los empleados.
"Todo el equipo directivo hemos valorado diferentes alternativas. Sin embargo, en estos momentos difíciles en los que Vestas tiene que hacer frente a unas duras condiciones de mercado y unos altos costes de producción, la única solución para conseguir que el negocio vuelva a ser rentable es ajustar la capacidad mundial al nuevo contexto del mercado", ha afirmado.
Una capacidad que en principo se había estimado en la producción de aerogeneradores con un rendimiento de 15.000 megavatios al año, y que ahora, según han apuntado desde los trabajadores, se ha optado por descender estas previsones a a 5.000.
En España, Vestas mantiene otras tres plantas más, en Daimiel (Ciudad Real), León y Galicia. Hasta hoy, la fábrica olvegueña enviaba sus máquinas a la planta leonesa, donde se producen las cabezas de los aerogeneradores, denominadas también góndolas.
Ahora se está a la espera de las negociaciones entre el comité de empresa, donde Comisiones Obreras tiene mayoría, y la dirección de la multinacional danesa.