El objetivo de la protesta de la organización profesional agraria era conseguir una mejora de los precios de los agricultores y los ganaderos por sus productos.
Con el reparto de cerca de 2.000 kilos de harina de trigo en la plaza de Mariano Granados de Soria, gracias a la colaboración de la empresa soriana Galletas Tejedor, se pone fin a unas intensas jornadas reivindicativas para alertar de la ruina que se cierne sobre muchos productos del campo, con precios que, en el caso del cereal, han tocado fondo y son inaceptables e insostenibles para las explotaciones provinciales.
Han sido miles los ciudadanos que se han acercado al centro de la ciudad para apoyar todos los días esta gran acción reivindicativa, que ha requerido mucho esfuerzo por parte de ASAJA Soria y que no hubiese sido posible sin la cooperación de ASAJA Ávila, ASAJA La Rioja, ASAJA Valencia, ASAJA Castilla y León, Galletas Tejedor, Ayuntamiento de Soria, Policía Local de Soria, y así un largo etcétera. Las filas para recoger alimentos y mostrar solidaridad con la iniciativa de la OPA en esta semana de reivindicación han sido interminables y el excelente tiempo y buen ambiente en el centro de la ciudad contribuyeron a una mejor toma de conciencia de la ciudadanía de la situación penosa que viven muchos sectores de la agroalimentación, con una caída alarmante de las rentas.
ASAJA Soria ha pretendido dentro de sus medios y posibilidades levantar la voz en favor de una mejora de los precios y condiciones del sector agrario en su conjunto y del sector cerealista en particular, aquejado gravemente por la falta de rentabilidad.
Para la junta directiva de la organización profesional agraria, los objetivos que perseguía esta semana de protesta eran la mejora de los precios de los agricultores y los ganaderos por sus productos, una mejor planificación, control y defensa del mercado interior español, un mayor control sobre las necesidades de productos importados y sobre sus operadores, y la urgente y necesaria información al consumidor en el etiquetado de los alimentos. También consideran primordiales el desarrollo de las interprofesionales y unos mecanismos de ayudas de compensación, que sean justos y ágiles, para las producciones que -como el cereal- están en desequilibrio o en honda crisis.