Aprobada la reformulación de la subvención concedida por la Junta de Castilla y León el pasado año para financiar los gastos.
A lo largo de este año, la asociación soriana Recuerdo y Dignidad buscará (ASRD) en La Riba de Escalote a cuatro personas, desaparecidas o en su caso asesinadas el 16 de septiembre de 1936 tras ser sacadas de la cárcel de Almazán.
Ante la dificultad y las cada vez más escasas probabilidades de encontrar la conocida como 'Fosa de los Ilustres', la agrupación de memoria histórica ha decidido reformular la subvención concedida, que ascendía a 25.000 euros, para evitar que se perdiese. La reformulación incluye investigación, prospección, exhumación, así como el y homenaje y la devolución a las familias, de los restos mortales de los desaparecidos de la fosa de La Riba de Escalote y de otra fosa más dentro de la provincia, aun sin especificar.
Como en cada trabajo de búsqueda de personas de las que se desconoce su paradero por causas de la Guerra Civil en la represión ligada al alzamiento militar contra la II República, se interpondrá una denuncia por Crímenes contra la Humanidad. En las últimas denuncias la Asociación Recuerdo y Dignidad ha obtenido notable repercusión en los juzgados, abriéndose dos causas penales que han contado con Policía Judicial en la exhumación; en una tercera causa se presumió la desaparición forzada en un contexto de Crímenes contra la Humanidad.
La búsqueda se llevará a cabo a raíz de la solicitud de una familiar de Adolfo Morales Ruiz. El desaparecido era natural de Gómara y residía en Soria, donde militaba en las Juventudes Socialistas y en UGT. Tenía 26 años cuando fue, al parecer, asesinado. La misma suerte que este, junto a quien pasó por las cárceles de Soria y Almazán, corrió el soriano Silverio Lumbreras Pérez, electricista de 25 años de edad, perteneciente a las Juventudes Socialistas. Según la ASRD ambos fueron asesinados atados uno al otro, y enterrados del mismo modo.
Gregorio Balsa, en su libro La represión en Soria durante la guerra civil, describía a aquellos jóvenes sorianos de la siguiente manera:
“Adolfo Morales y Silverio Lumbreras eran dos jóvenes idealistas, pacíficos, honrados, incapaces de cometer la menor incorrección. Adolfo era más bien tímido, de carácter apacible, suave de modales y hombre de pocas palabras; Silverio tenía unas grandes cualidades humanas, era un gran mozo alto y fuerte, un poco más franco y directo; quizás algo impulsivo, pero siempre dentro de una línea respetuosa e incapaz de cometer un acto violento. Ningún motivo hubo para que fueran detenidos y mucho menos para ser asesinados, tan fría y cruelmente.”
Junto a ellos, y extraídos de la cárcel de Almazán el mismo 16 de septiembre, fueron presuntamente asesinados dos vecinos de Berlanga de Duero. Se trata de Gregorio Valdenebro Moreno, jornalero de 28 años de edad, casado y perteneciente a Unión Republicana, y Alberto Rodrigo León, sastre de 32 años, casado y con dos hijos, y concejal del Ayuntamiento de Berlanga, además de tesorero de Unión Republicana.