El tramo objeto de la posterior restauración será el sector norte del cercado, lo que permitirá integrar este monumento en el itinerario de visita del yacimiento, facilitando la interpretación de los restos existentes
La Consejería de Cultura y Turismo ha adjudicado la redacción del proyecto básico y de ejecución y del estudio de seguridad y salud para las obras de consolidación y restauración de la muralla tardo imperial del yacimiento arqueológico de Tiermes (Montejo de Tiermes), por un importe total de 16.850 euros, a la Fundación Parque Científico Universidad de Valladolid (UVa), estableciéndose un plazo de ejecución de tres meses.
La muralla representa uno de los restos más significativos de la ciudad de Tiermes y, sin embargo, su reconocimiento, contemplación y entendimiento no son posibles debido al estado general de deterioro del entorno, acumulación de sedimentos y disgregación de los elementos que la componen. El ámbito de la intervención es el tramo norte de la muralla tardo imperial, abarcando la envolvente y franja adyacente de la misma a lo largo de cuatro cubos y tres lienzos y la zona situada entre el extremo de la muralla el actual camino de acceso.
Su edificación se fecha en época tardía, en un momento de transformación generalizada de los paisajes urbanos y su fortificación. Se plantea una datación posterior a la segunda mitad del siglo III después de Cristo, a partir de la amortización de estructuras de finales del siglo II y el material numismático.
Se aprecian diferencias constructivas entre la muralla norte (con cubos semicirculares) y la localizada en la zona sureste (ausente de cubos). En ambos tramos se describe una anchura media de cuatro metros, con un aparejo formado por grandes sillares de arenisca que forran un sólido relleno que alterna capas de piedras y argamasa. La muralla amortiza estructuras precedentes: en el tramo norte sobre diversas estancias del barrio norte, y en su tramo sureste sobre las denominadas Casas de Taracena, Conjunto Rupestre del Sur.
Documentar para restaurar
Durante el pasado verano, la Consejería de Cultura y Turismo desarrolló una serie de trabajos con el fin de documentar arqueológicamente la muralla de Tiermes, obtener datos precisos de las características técnicas y constructivas en su cara interna para determinar las cotas de circulación, el estado de la cimentación y el estado de conservación general. Desarrolló una campaña de excavaciones en dos zonas de su sector norte, se analizaron los materiales hallados y se actualizó toda la documentación existente referida a antiguas intervenciones en la muralla, localizando materiales y documentación escrita, bibliográfica e inédita depositada en museos o archivos.
El fin último de esta intervención, en la que la que la Junta de Castilla y León invirtió 11.930 euros -con financiación de los fondos FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional)-, fue obtener datos precisos de esta emblemática construcción romana, que servirán como base para la redacción del proyecto de consolidación y su valorización que ahora se licita y que, con las posteriores obras, permitirá integrar el sector norte de este monumento en el en el itinerario de visita del yacimiento, facilitando la interpretación de los restos existentes. Los trabajos arqueológicos fueron realizados por la Unidad de Arqueología de IE University, dirigidos por los profesores Cesáreo Pérez, Pablo Arribas y el Dr. Eusebio Dohijo.
Estos trabajos han determinado con precisión el trazado, niveles y composición del tramo norte de la muralla y han identificado los volúmenes de relleno y el deterioro material de las piezas colocadas hace 20 años. Se ha reconocido la precisa planificación urbanística que conllevó la construcción de la muralla, con una compleja secuencia constructiva. También se ha identificado la ocupación posterior en su espacio interior, principalmente durante la Antigüedad Tardía, y se ha comprobado que a lo largo de la Edad Media se produciría el desmantelamiento de los grandes sillares para su reaprovechamiento, tras la pérdida de su función defensiva.
Intervenciones en la muralla de Tiermes
La muralla termestina ha sido objeto de diferentes campañas de excavación. En los años treinta del siglo XX Blas Taracena ya identificó uno de sus cubos y, a partir de 1978, intervinieron José Luis Argente, Víctor Martínez, Alfonso González, Antonio Alonso, Manuela Domènech y otros miembros del equipo del citado Dr. Argente en diferentes tramos, tanto en la ladera meridional como en el sector norte, donde se sitúa la excavación de este año. Aquí, su recorrido alterna torreones semicirculares con tramos rectos, observándose la solidez y robustez de sus paramentos, realizados con grandes sillares de piedra arenisca. La anchura media de la construcción es próxima a los cuatro metros.
En 1978 se definió un cubo; en 1979 y 1980 se excavó un segmento de 10,5 metros; entre 1981 y 1984 se excavó un tramo de 130 metros lineales correspondiente al intervalo parapetado por los cuatro cubos documentados; en 1991 y 1992 se continuaron los trabajos siguiendo el lienzo defensivo hacia el oeste, realizando varios cortes en las caras interior y exterior del recinto defensivo; y en 1992 y 1993 se intervino en su tramo meridional, dentro de las campañas dedicadas al Conjunto Rupestre del Sur.