El presidente de la institución, Alberto Santamaría, considera que, aunque debe primar el criterio sanitario, mayores restricciones en los sectores productivos traerán consigo un agravamiento de la crisis económica.
La Cámara de Comercio de Soria se une a la opinión del Consejo de Cámaras de Comercio de Castilla y León y pide al Gobierno nacional que sea más flexible con las empresas y autónomos ante el cese de actividades, pues en el día de hoy resulta inviable que en su mayoría puedan adaptarse al parón obligatorio ante una medida imprevista.
Según el presidente de la institución cameral en Soria, Alberto Santamaría, “no cabe duda de que a mayores restricciones en los sectores productivos más perjudicada se va a ver la actividad económica y, por ende, nos veremos abocados a una crisis con mayores dificultades para sobreponernos. Creemos que tiene que haber cierta flexibilidad en algunos casos con empresas y autónomos, que están sufriendo de primera mano esta crisis y a los que va a costar recuperarse cuando todo acabe”.
Las cámaras consideran que, ante la pandemia que sufre el país, debe primar la salud del conjunto de la ciudadanía, por lo que hay que seguir y respetar las indicaciones de las autoridades sanitarias al objeto de que estas medidas sirvan para hacer frente al COVID-19.
Asimismo, en el órgano regional se apela a la responsabilidad del conjunto de las Administraciones para adaptar el aplazamiento del pago de impuestos trimestrales y retenciones a los primeros trimestres del año a empresas y autónomos afectados y para las grandes empresas el aplazamiento de estos impuestos sin coste adicional y el adelanto de las devoluciones de los mismos a las empresas afectadas por el coronavirus.
Posteriormente, cuando esté asegurado el bienestar de las personas, se espera y se demanda coordinación, rapidez y contundencia a las diferentes Administraciones para articular medidas efectivas que permitan inyectar liquidez en los sectores productivos y autónomos afectados por la situación actual.
No cabe duda de que el sector empresarial se ha erigido en un pilar fundamental de ayuda desinteresada y solidaria en esta crisis sanitaria por lo que desde el Consejo de Cámaras se apela a la responsabilidad y sensatez para no demonizar a los empresarios pues hay que tener muy presente que sobre ellos y sus empresas recaerá la responsabilidad de reactivar la economía, generando riqueza y empleo y dando bienestar a la población.