Los datos del 2022-2023 apuntan a que las actuaciones en ciberconvivencia llevadas a cabo por los centros escolares han tenido un impacto positivo en el conjunto regional.
Esta mañana de jueves ha sido celebrado el noveno pleno de la Sección de Convivencia Escolar del Observatorio de Castilla y León, donde se han presentado los datos que se desprenden del informe relativo al curso 2022-2023.
Una de las principales conclusiones es que las cifras de acoso y ciberacoso se reducen hasta el 0,02 %. Concretamente, se han detectado 54 casos de acoso y 35 de ciberacoso, por debajo de los 64 y 75 que se registraron el curso anterior, respectivamente. La mayoría se detectan en los tres primeros cursos de Educación Secundaria Obligatoria. Datos regionales que no se reflejan en los centros docentes sorianos, donde fueron confirmados ocho durante el único del curso anterior. Además, mientras en el período 2021-2022 fueron detectadas 23 posibles situaciones de este tipo por las 33 del pasado curso. En cuanto al ciberacoso, se redujo a la mitad, pasando de dos a uno.
Estos datos confirman que las actuaciones en ciberconvivencia llevadas a cabo por los centros escolares han tenido un impacto positivo. En este sentido, se destaca la labor del profesorado, en especial en la aplicación del programa PAR (Parar el acoso, Apoyar a la víctima y Reeducar al agresor) donde el alumnado adquiere un mayor protagonismo en su cambio comportamental y relacional.
Para la Consejería de Educación que encabeza la soriana Rocío Lucas es una prioridad eliminar el acoso y que los centros sean, cada vez más, lugares seguros para los alumnos. En este sentido, seguirá actuando en la prevención del conflicto, la convivencia positiva y la mediación entre iguales.
Los centros educativos ofrecen varias iniciativas en este sentido como el Programa Sociescuela, teatro para la sensibilización y el desarrollo de la empatía y formación en mediación escolar. Además, cuentan con un coordinador de convivencia y con los programas de asistencia jurídica, mediante solicitud al 012, y de atención psicológica, en colaboración con el Colegio Oficial de Psicología de Castilla y León.
El pasado curso se introdujo como novedad el Test de detección de dificultades emocionales. Una iniciativa que permite detectar 16 factores de riesgo referidos a problemas sobre internalización (desesperanza, ansiedad, depresión, autoestima…), externalización (impulsividad, conducta disocial, actitud desafiante), dificultades asociadas a la conducta alimentaria y uso problemático de nuevas tecnologías. Se trata de una prueba anónima que fue muy bien acogida por centros y comisiones provinciales de convivencia.
En cuanto a las incidencias registradas (actuaciones que nada tienen que ver con acoso, sino con comportamientos inapropiados por parte del alumnado), la Consejería de Educación busca emplear en mayor medida el procedimiento de acuerdo abreviado en vez de incoar un expediente disciplinario. De esta forma, los estudiantes y familias reconocen la falta cometida y aceptan la sanción, que en la mayoría de los casos pasa por las prácticas restaurativas.
El informe puede ser consultado en este enlace.