Está prohibido, en el monte y a menos de 400 metros del monte, la quema de rastrojos, hacer hogueras, tirar fósforos y colillas o arrojar fuera de los contenedores de basura desechos o residuos que con el tiempo puedan resultar combustibles. La época de peligro alto de incendios forestales abarcará del 12 junio al 12 de octubre.
La previsión del impacto de una DANA a partir de mañana viernes en la Comunidad traerá tormentas asociadas a fuerte aparato eléctrico y fuertes rachas de viento. Es probable que, durante las primeras etapas de este fenómeno adverso, los rayos, asociados a las altas temperaturas y bajas humedades actuales, produzcan un aumento en el número de igniciones, aumentando a su vez su capacidad de propagación. No obstante, es probable que a partir del domingo ya haya precipitado en gran parte del territorio lo suficiente como para que se reduzca el riesgo de incendios forestales.
Debido a esta situación y ante el inminente comienzo de la época de peligro alto de incendios forestales, que abarca del 12 junio al 12 de octubre, la Junta de Castilla y León ha declarado Peligro Medio de incendios forestales en toda la Comunidad desde el 7 hasta el 11 de junio. Esta declaración implica que se mantendrá un despliegue importante de medios para prevenir y controlar cualquier posible conato de incendio. Habrá personal de guardia, incluyendo agentes medioambientales y técnicos especializados en extinción, así como un mantenimiento activo de medios aéreos, autobombas y cuadrillas nocturnas. La mayoría de las cuadrillas terrestres y equipos de maquinaria también estarán en servicio.
Las estadísticas de este año muestran una mejora con respecto a la última década. Hasta el 31 de mayo, el número de incendios es un 67 % menor que la media de los últimos 10 años y el 78 % de los incendios ocurridos se han quedado en conatos, que es una proporción 12 puntos porcentuales más favorable que dicha media. La superficie arbolada quemada este año es de 35,50 hectáreas y la superficie forestal afectada es de 1.080,12 hectáreas, ambos datos considerablemente inferiores a la media de la última década.
Se recuerda que está prohibido en el monte y a menos de 400 metros del monte: la quema de rastrojos; hacer hogueras y fogatas; encender fuego en las áreas de descanso de la red de carreteras; tirar fósforos, colillas o cualquier material en ignición al suelo; la quema al aire libre de basureros, vertederos o cualquier acumulación de residuos de cualquier tipo; arrojar fuera de los contenedores de basura los desechos o residuos que con el tiempo puedan resultar combustibles o susceptibles de provocar combustión (tales como vidrios, papeles, plásticos, aerosoles o mecheros, entre otros); aparcar vehículos en los caminos, pistas forestales y cortafuegos, de modo que supongan un impedimento al paso de los vehículos del Operativo de lucha contra los incendios forestales; y el lanzamiento de cohetes, globos o artefactos de cualquier clase que contengan fuego seguirá requiriendo la correspondiente autorización.
No se darán autorizaciones de quema de vegetación y restos vegetales, ni se podrá quemar mediante comunicación en este periodo.
Desde la Junta de Castilla y León se confía en que la población siga extremando la prudencia en sus actividades de trabajo y ocio al aire libre para evitar el inicio de un posible incendio y, en caso de producirse, alerte a través del 112. Asimismo, se recuerda que la realización de actividades no permitidas puede causar incendios que ocasionen un grave riesgo para las vidas humanas, poblaciones y otros bienes, así como para el patrimonio natural y cultural, y que, además, pueden ser acciones constitutivas de delito, por lo que se efectúa un llamamiento a la responsabilidad y a la colaboración ciudadana para evitarlas.