Jesús Javier Andrés, presidente de la Asociación Micológica de Navaleno indica que senderillas y champiñones silvestres comienzan a salir, "incluso en jardines particulares".
Ya entrado el mes de septiembre, y con unas lluvias generalizadas por toda la provincia, muchos son quienes hacen planes para salir al campo para recoger setas. Una campaña que, en principio promete, aunque siempre con cautela.
Jesús Javier Andrés, presidente de la Asociación Micológica de Navaleno, que con sus 32 años de andadura es una de las más veteranas de la provincia, indica que ya han comenzado a aflorar senderillas y champiñones silvestres "incluso en los jardines particulares" en Pinares. "La tierra está caliente y ello facilita la floración". Una floración que en poco más de una semana comenzaría a extenderse para otras variedades, como las pertenecientes a la familia de los boletus y para los níscalos.
Andrés no ha querido vaticinar cómo será esta campaña. "Si comienza pronto puede resultar bien, o lo contrario. Nunca se sabe", refiere para un mundo donde un sinfín de condicionantes orquestan una gran producción, o al revés.
La recogida se está viendo afectada en algunas 'matas' esto es, en zonas de siempre fructíferas que ahora han mermado producción, debido a "las talas en el monte y la ausencia del ganado", que propician que el suelo no sea el mismo que antes.
Otro de los termómetros que pueden ser tenidos en cuenta es la aparición de grupos organizados de recolectores en áreas eminentemente micológicas. De momento no han aparecido, aunque sí que comienzan a ser vistos paseantes que van "a mirar", expectantes ante la temporada en lo que es ese "afán recolector" que a veces supera las expectativas.
Andrés se ha referido al micoturismo, una pieza clave en el sector esta temporada. Negando que "los de fuera" puedan mellar la producción, ya que su estancia es puramente por ocio, echa en falta que en algunos casos la sensibilidad hacia el forastero lleva a la incomodidad de quien ha salido a buscar setas en su pueblo durante toda la vida.
Aún así, aplaude la regularización de la actividad, aunque pone el acento en la falta de lonjas, tal y como fueron contempladas al entrar la vigencia de la legislación. "Es el eslabón que falta", comenta y pone como ejemplo la lonja que Abejar ha establecido para la campaña trufera.
En cuanto a las empresas agroalimentarias, algunas han decidido establecer otras líneas restando la importancia de antaño a los productos micológicos y otras "llenan sus cámaras a principio de temporada" pero dejan de adquirir producto a partir de entonces.
Ahora es la hostelería quien "tira" del sector, obteniendo ejemplares frescos cuando están disponibles, asegurarando un producto de calidad en los fogones y en los manteles.
Sea como fuere, las reservas en alojamientos rurales están yendo en aumento en Pinares, sobre todo para el fin de semana de San Miguel, santo que da nombre a los exiquisitos Boletus edulis de marcada presencia en los bosques sorianos.