La erosión moldeó durante millones de años un paraje en el que la vida se abre paso entre imponentes y esculturales rocas. Junto a él, la Cueva Serena ofrece una pacífica estampa de cuento de hadas.
La magia campa a sus anchas entre estas montañas. El viento, el agua y el paso del tiempo liberaron de la roca que las atrapaba a las irregulares moles que ahora dominan este paisaje único. Un entorno apreciado por nuestros antepasados en el que dejaron un rastro que quedó oculto durante miles de años.
El paraje de Castroviejo se encuentra en el término municipal de Duruelo de la Sierra, dentro de la Sierra de Urbión, al noroeste de la provincia de Soria. Las grandes protagonistas en en este entorno son las singulares formaciones rocosas que se erigen sobre el desnivel. La piedra caliza que las forma ha sufrido durante millones de años el efecto de la erosión del viento, la lluvia y el hielo, dando lugar a caprichosas formas a las que muchos se refieren como una ciudad encantada.
Su robustez contrasta con las numerosas cascadas y pozas de agua cristalina que completan el paisaje de la zona, como la de La Chorla. Sin embargo, uno de los puntos más célebres y visitados de este entorno es la Cueva Serena, cuya entrada está custodiada por una pequeña cascada, que actúa a modo de barrera acuática. La vista desde su interior es sobrecogedora, pareciendo que el agua cayera desde el mismo cielo, una visión idílica que se completa, a veces, con un arcoiris. Contribuye también a su aspecto bucólico el elevado tráfico de ganado de la zona y que hace que, en muchas ocasiones, los visitantes estén acompañados de ovejas o vacas disfrutando del agradable cobijo que aporta la cueva.
No es de extrañar que en plena comarca de Pinares, el pino silvestre sea una de las especies vegetales predominantes, aprovechando las condiciones climáticas. Robles y helechos tampoco escasean en este área, aunque en algunos puntos también se pueden encontrar prados y zonas abiertas de montaña.
Habitan este paraje reptiles como la víbora o el lagarto verde, mamíferos como la ardilla, el corzo o el jabalí y aves como carboneros, águilas reales o halcones peregrinos. En estos últimos tiempos también se han dejado ver en la Sierra de Urbión algunos ejemplares de quebrantahuesos.
Muy cerca del aparcamiento, siguiendo un sendero de unos 100 metros, se encuentra el acceso al nuevo mirador de Castroviejo, que ocupa un asombroso punto con vistas panorámicas de los alrededores. Para llegar hasta él habrá que seguir una pasarela que permite al visitante, sin apenas esfuerzo, ‘volar’ sobre cañones y enormes moles geológicas y ‘encaramarse’ a las rocosas paredes. Aunque el recorrido es de dificultad fácil, su tránsito puede resultar complicado para personas con movilidad reducida y no es apto para visitantes en silla de ruedas.
A lo largo de la pasarela, antes de llegar arriba, hay distintos puntos en los que merece la pena detenerse para disfrutar del paisaje. Desde el mirador como tal se pueden observar las formaciones rocosas a un lado, un mar de pinos al otro y al fondo, el Pico Urbión, en el que nace el río Duero.
Dejando el acceso a la pasarela a mano izquierda y siguiendo durante unos metros más el camino que parte del aparcamiento, se encuentra otro pequeño mirador desde el que se ven Duruelo y algunas localidades vecinas.
Durante siglos, se pensó que en esta zona no había, o no se habían conservado, vestigios de arte rupestre. Pero en 2002 el arqueólogo Alfredo Jimeno descubrió en la Cueva Serena restos de esta forma de expresión primigenia. Jimeno notificó su hallazgo al profesor Juan Antonio Gómez Barrera, que afirmó que los líquenes y musgos fruto de la humedad habrían dificultado su descubrimiento a miradas no expertas durante todos estos años.
Según Barrera, las pinturas podrían plasmar una escena pastoril. En la parte superior se encuentra una forma esteleiforme, circular, que podría representar el Sol o la Luna. En un nivel intermedio se distinguen varios cuadrúpedos, dibujados con un trazo horizontal para el tronco, la cabeza y la cola, y cuatro verticales a modo de patas. En la parte inferior, dos figuras antropomorfas completan la pintura. Podrían ser dos varones con brazos y piernas en arco y una línea vertical más larga representando la cabeza y un prolongado sexo.
Las pinturas se encuentran en una pared del abrigo, a mano izquierda. Aunque es difícil distinguir las formas, sí que se puede apreciar los tonos rojizos de los pigmentos.
En 1962 Castroviejo fue el lugar elegido para rodar ‘Cabalgando hacia la muerte’, por su similitud con los paisajes del Salvaje Oeste americano. Este western italo-hispano-francés generó gran expectación entre los habitantes de la zona y un vecino de Duruelo, ‘El Chupa’ actuó como especialista. El paraje volvió a convertirse en localización de cine para la película ‘El rey de la montaña’, de 2007. Un film español en el que esta formación kárstica sirvió de laberinto natural.
Como en cualquier actividad senderista, será necesario ir equipado con calzado cómodo. La pasarela y el mirador ofrecen poco cobijo en los días de calor extremo, por lo que será necesario protección para el sol y una botella de agua. Siempre se debe respetar el entorno natural, a la fauna y la flora silvestres.
El aparcamiento está regulado en puentes y temporada alta, de 9:30h. a 17:30h. y con un precio que va de los 2€ a los 10€, dependiendo del tipo de vehículo.
Los imprescindibles del paraje se pueden visitar en una ruta de poco más de 3 kilómetros. Recorre, partiendo del aparcamiento, la cascada de La Chorla, el mirador de Castroviejo y la Cueva Serena, terminando de nuevo en el parking. Sin embargo, hay un sinfín de caminos para disfrutarlo, incluido uno que lleva hasta Duruelo de la Sierra. Esta localidad, a 15 minutos en coche, ofrece gran variedad de opciones hosteleras. La Sierra de Urbión concentra numerosos monumentos y atractivos naturales, como la Laguna Negra o el nacimiento del Duero.
Más información sobre este y todos los rincones de ensueño que esconde la provincia de Soria, en la web ‘Soria ni te la imaginas’ de la Diputación Provincial.