El universo sonoro del Paleolítico acompaña a las 12:30 horas en la tercera edición de este capítulo integrado en el FOMS en la presente edición de Valonsadero Suena.
El último sábado de la 32º edición del Otoño Musical Soriano alberga para este sábado, a las 12:30, la cuarta edición del formato Valonsadero Suena, iniciativa que pretende llevar la música a la naturaleza y tiene como marco escénico el conjunto de pinturas rupestres del monte Valonsadero, declaradas Bien de Interés Cultural en 1994.
En la presente edición de Valonsadero Suena, el público tendrá la ocasión de disfrutar del espectáculo neønymus, una propuesta musical única que explora desde un punto de vista emocional cómo pudieron ser los sonidos del Paleolítico, desde los cantos chamánicos a los ecos de las flautas de hueso, árboles percutidos y la voz humana de las tribus. Silberius de Ura, el artista detrás de neønymus, comenzó este proyecto en 2010 tras recibir influencias e inspiración de diversos artistas noruegos a su paso por Covarrubias (Burgos) y ya ha visitado numerosos monasterios, ermitas, cuevas, yacimientos arqueológicos, castillos en ruinas y también en museos, teatros y conservatorios de música. Este concierto tendrá lugar al abrigo de la pintura rupestre de La Lastra en Cañada Honda y, si las inclemencias meteorológica no lo permitiesen, su celebración se trasladará al Merendero de Autoridades. El concierto será a las 12:30 horas del sábado 21 de septiembre. A la finalización del mismo, Embutidos Moreno Saez ofrecerá a los asistentes una degustación de Torrezno de Soria.
Sábado, 21 de septiembre, 12:30 h
Monte Valonsadero
NEØNYMUS
Polifonías inspiradas en un tiempo remoto
El repertorio de Neønymus está basado en piezas inspiradas en la Prehistoria y la Protohistoria.
La voz de los chamanes del Paleolítico invocando a los espíritus de la naturaleza, el fin del período del Neandertal, una vidente de la tribu cantante al solsticio de verano, o el viejo relato de las guerras de la Edad del Hierro.
Todo ello tejido por los ecos de flautas de hueso, panderos, un árbol centenario percutido y la voz humana.