José Antonio Vega, de Montes de Soria, considera que el buen tiempo está impidiendo la aparición de algunas variedades, no tan "termófilas" esta temporada. Las previsiones meteorológicas no prevén heladas prolongadas.Ante
Ante la explosión que han experimentado los níscalos en la provincia de Soria durante la semana pasada, cuando se vivían tempraturas más bonancibles para esta época del año, el técnico de la asociación Montes de Soria, José Antonio Vega ha mostrado su confianza que la campaña de setas de otoño en la provincia se prolongará de manera "larga y fructífera" más de lo habitual.
La ausencia de bajas temperaturas y las lluvias de las últimas semanas están haciendo aflorar en abundancia variedades como el níscalo, que durante los últimos días aflora en abundante en los pinares de distintas demarcaciones de la provincia. No así los boletus, principalmente su variedad edulis, que ahora han registrado "un parón" aunque Vega confía en que habrá una nueva floración el popularmente llamado 'hongo' en Soria.
El técnico ha manifestado que no se prevé heladas prolongadas que puedan mermar la producción, prueba de ello que a estas alturas del año todavía se pueden recoger la exquisita oronja (Amanita cesarea), que es más frecuente en primavera y previa al verano, incluso a comienzos de septiembre. Una variedad "termófila" que sigue brotando, algo poco usual en estas fechas. "Las setas no entienden de estaciones, responden a condiciones meteorológicas", explica el técnico.
Termófilas también son las setas de cardo (Pleurotus eryngii), las senderillas (Marasmius oreades) y los champiñones silvestres (Agaricus campestris) las cuales siguen de alguna medida en abundancia por toda la geografía provincial, por citar otros ejemplos.
Aún así, Vega ha confiado en que se produzca "un cambio de tendencia" en la aparición de estas especies, más aliadas a temperaturas menos frías. Los termómetros han comenzado a bajar ya, por lo que se daría paso a setas más propias del otoño, como son los lansarones, los pies violetas y los azules, los rebozuelos, las trompetas amarillas o los cantarelus, por poner algunos ejemplos. Se trataría de "una sucesión de especies" que las condiciones meteorológicas que se avecinan propiciarían un panorama distinto en la recolección.
Por otro lado, las previsiones del tiempo no vaticinan heladas prolongadas, las cuales como es sabido, impiden la reproducción micológica. "La helada de un día no afecta pero sí cuando se prolonga", observa el técnico, quien, en su opinión, confía en un otoño muy largo.