Miguel Ángel Ortiz, reelegido presidente de APORSO, pide a las autoridades que les tengan en cuenta a la hora de regular y avisa que estas medidas aumentan los precios y ponen en riesgo la independencia alimenticia de España en un escenario geopolítico cada vez más complejo. “Caben muchas granjas de cerdo en Soria porque somos importadores de nitrógeno para nuestros campos”.
El sector porcino de la provincia de Soria se prepara para la entrada en vigor, el próximo 7 de marzo, de la nueva normativa de bienestar animal. Un Real Decreto (159/2023) que traspone una directiva europea y que supondrá la reducción en torno al 20% de las plazas de cebo en las granjas. Desde el sector estiman que esto afectará no solo a la producción sino también a los precios que pagará el consumidor final.
Así lo ha explicado Miguel Ángel Ortiz, presidente de la Asociación Provincial de Productores de Ganado Porcino de Soria (APORSO) justo después de la asamblea general provincial en la que ha sido reelegido presidente y antes de una charla que la patronal del sector a ofrecido a sus afiliados con Pedro Bermejo, consultor experto del sector.
Según han explicado la normativa implica que se reducirán “en torno un 15% las 200.000 plazas” de cebo con las que cuentan las granjas de la provincia. Esto son unas 30.000 plazas que, teniendo en cuenta que por cada una de ella pasan unos 2,2 animales al año, suponen más de 60.000 animales al año.
“Somos un sector que sabemos lo que es adaptarse”, señala Ortiz quien explica que la decisión final dependerá de cada ganadero pues para mantener el número de cabezas ahora deberán ampliar sus instalaciones, aunque que no siempre es posible ni rentable. El presidente de ASPORSO señala que estas nuevas limitaciones tensionaran el mercado y harán que los precios suban.
A nivel nacional se calcula que se criarán en torno a 8 millones menos de animales al año, con un pacto en la economía real superior a los 800 millones de euros. Ortiz y Bermejo han solicitado a los políticos que se cuente más con el sector a la hora de aprobar este tipo de normativas. “Esto afecta al modelo económico de manera significativa”, explican y señalan que los procedimientos y autorizaciones para ampliar las granjas conllevan expedientes que “se alargan 2 o 3 años”.
Desde el sector se critica la excesiva regulación que se hace sin contar con la realidad del campo y provoca efectos no deseados como el hecho de que la reducción de antibióticos haya incrementado las bajas entre el ganado.
Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones americanas, el comercio internacional vive momentos de incertidumbre. Los productores de porcino soriano señalan que ellos apenas exportan fuera de España pero que, lógicamente, están dentro del sistema y se verán afectados si se ponen nuevos aranceles a los productos españoles.
España exporta cerdos a 150 países de todo el mundo, siendo China el principal con cerca del 20%, una cifra alta pero que llegó a alcanzar el 40% y que el sector se esfuerza en reducir para no depender en exceso de un único comprador. Ortiz se ha mostrado preocupado por la independencia alimentaria de España porque leyes como la abordada hoy la reducen y “los tiros van a que dependamos más de otros países”. El ganadero soriano alerta de que esa dependencia no solo se enfrenta a las leyes de la oferta y la demanda del mercado, sino que “entran a jugar la geopolítica, los bloques y la cultura”, lo que puede dejar a España en una situación comprometida.
Ortiz se ha mostrado preocupado por la “imagen muy perjudicada” que sufre el sector y que contrasta con la “buena salud” del mismo a nivel económico. En este aspecto a calificado de “bulos y mentiras”, algunos intencionados, las críticas que reciben estas instalaciones. “Falsedades” como la de que los purines de la granja de Cidones iban a ir al pantano.
Por ello ha pedido contención a quienes con sus posicionamientos “generan problemas muy serios de convivencia en nuestros pueblos”. El presidente de Asporso considera que “caben muchas más granjas” de cerdo en la provincia de Soria. Explica que la provincia es “importadora de nitrógeno para nuestros campos porque no hay suficientes purines”.