La formación lamenta que haya partidos con objetivos que radican en "sostener los problemas para mantener los abultados presupuestos".
Desde el Grupo Municipal VOX de Soria manifiestan de nuevo nuestra condena más absoluta contra cualquier violencia que sufre la mujer.
Este enunciado, que refleja unidad en la condena, se desmarca con rotundidad del resto de extremos del mensaje institucional que engaña a la sociedad sobre la posibilidad real de que haya violencia cero. Con él pretenden justificar la petición de más recursos, y en su opinión, en muchos casos es equivocado sobre las soluciones reales que se deben tomar. “¡Flaco favor se está haciendo a las víctimas cuando no se condena estos execrables delitos con toda la contundencia – Vox es el único partido que solicita la prisión permanente-, y cuando se destina gran parte del presupuesto para su lucha a la creación de cargos y de organismos institucionales y a campañas publicitarias!”, manifiestan.
El grueso del presupuesto debe dedicarse a más dotaciones policiales, a juzgados especializados y a medidas telemáticas que de verdad son efectivas. Debemos además centrarnos en todas las causas de estas muertes y no eludir ninguno de los factores que la ciencia criminal determina como decisivos por el simple hecho de que algunos de ellos no respondan al ideario político que se difunde desde la mayoría de partidos políticos.
Es también imprescindible a día de hoy evitar que la ley que lucha por erradicar la violencia contra la mujer sea instrumentalizada por los partidos políticos, para obtener réditos electorales; y a nivel particular por algunas mujeres, para conseguir beneficios en algún tipo de proceso en los juzgados. Las denuncias falsas generan protocolos y burocracia que dificulta y retrasa la atención de las víctimas que sufren de verdad este drama.
La vida de una mujer –como la de un hombre- vale igual si es asesinada por un hombre o por otra mujer. Igual ocurre con la vida de un niño. Resulta miserable que en este año 2024, como en años anteriores, haya muertes de niños, de mujeres y de hombres que no se contabilicen por el mero hecho de que no sea un hombre el que las ha cometido y no sirvan para el discurso oficial.
Si el objetivo es “ni una menos” y el año pasado fue de los peores de la década, es preciso abordar la realidad en todos sus extremos. Si, como hasta ahora, no se cambia de modelo el resultado no variará y se confirmará entonces como una estrategia deliberada cuyo objetivo es sostener los problemas para mantener los abultados presupuestos.
Han pasado 20 años con el mismo mensaje y seguimos con las mismas cifras, mentir sobre las causas impide encontrar soluciones, malgastar el dinero impide llevarlas a cabo cuanto antes.