El Plan de Adicciones de la Junta para el periodo 2024-2030 aborda frontalmente el uso abusivo de pantallas, el vapeo o el consumo de bebidas energéticas entre los jóvenes.
La Junta de Castilla y León ha sacado adelante hoy, durante la reunión del Consejo de Gobierno, el Plan Autonómico sobre Adiciones 2024-2030, un texto con 156 medidas distribuidas en cinco líneas estratégicas, impulsado por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades en colaboración con los departamentos de Sanidad y Educación y que cuenta con un presupuesto de 123 millones de euros. El gasto promedio anual se incrementa un 83 % en comparación con el plan anterior, que pasa de los 9,6 millones de euros a los 17,5 millones anuales. El texto aborda de manera prioritaria la prevención y se centra en tres grandes objetivos: el consumo problemático de las drogas ilegales, el uso inadecuado de las drogas legales y las adicciones sin sustancia, y pone el foco especialmente en los menores y adolescentes.
Precisamente, una de las principales novedades la ampliación de la franja de edad de los jóvenes a quienes van dirigidos los programas de prevención, que ahora llegarán a los alumnos de 3º y 4º de primaria y también a los de ciclos formativos de grado medio y superior y Universidad. Esta decisión se ha tomado con base en la edad de acceso al consumo de alcohol —en torno a los 14 años—, el consumo semanal —15 años— o la experimentación de las primeras borracheras —15 años—. De hecho, el 36,5 % de los jóvenes de 14 años reconocen haber consumido alcohol en el último mes, con datos de la Encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España, ‘Estudes’.
Otro de los grandes objetivos de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades es la de reducir el uso abusivo de pantallas, en el que se incluye la utilización compulsiva de internet, los videojuegos y juego online, que forman parte de lo que se ha venido a denominar ‘adicciones sin sustancia’. Por ejemplo, un 82,7 % de los jóvenes ha jugado a videojuegos en el último año, un 79,8 % en el último mes y un 48,5 % lo hace diariamente. Respecto del uso compulsivo de internet, afecta más a aquellos con edades comprendidas entre los 15 y los 34 años —un 5,7 %— que entre los 35 y los 64 —un 0,6 %—.
En este contexto, la Junta ha venido desplegando una serie de medidas que ahora se ordenan e integran en el Plan, el cual unifica, por primera vez, ambos tipos de adicciones: con y sin sustancia. Una de ellas es la atención telefónica de urgencia a través del 012 a familias con menores con uso problemático de pantallas para que, mediante esta primera atención de los profesionales, puedan derivarlos a los servicios adecuados. Pero también se refuerza el proyecto ‘Pausa y reconecta’, que promueve el uso adecuado de las pantallas a través de redes sociales con el apoyo de reputados divulgadores de contenido, así como la profundización en campañas de sensibilización y difusión sobre este ámbito dirigidas a adolescentes o la elaboración de un manual de buenas prácticas en ocio saludable en colaboración con la Red de Planes Locales de Adicciones.
Además del preocupante consumo temprano del cannabis, para lo que también se implementan medidas específicas, el foco ha venido centrándose en las adicciones de nuevo cuño, como el uso de vapeadores, el consumo excesivo de bebidas energéticas y la ingesta cada vez mayor de hipnosedantes sin receta. Los dos primeros hábitos afectan de manera directa a los jóvenes y adolescentes, por ello se aborda desde una perspectiva de la detección precoz en el medio sanitario y educativo.
En el caso del consumo de bebidas energéticas, aunque las cifras lo sitúen en Castilla y León por debajo de la media nacional, este aumenta de manera importante en toda la población, especialmente, en los jóvenes. El 43,2 % de los jóvenes en edad escolar ha ingerido alguna de estas bebidas en el último mes, unos números significativamente superiores en chicos —52,8 %— que en chicas —33,9 %—. Además, el 17,4 % de los estudiantes reconoce tomarlas combinadas con alcohol.
En cuanto al vapeo, la edad de inicio en el uso de estos dispositivos es también de unos 14 años, como sucede con el consumo de alcohol. Por ello, debido precisamente a que estas y otras adicciones comienzan a edades tempranas, el programa ‘Ícaro Alcohol’ va a ampliarse al consumo de cualquier tipo de droga en menores de edad.
Además, englobando todo lo anterior, se van a promocionar esos lugares en los que asiduamente acuden menores como espacios plenamente saludables libres de humo, alcohol y de pantallas, como son parques, estadios, canchas deportivas, playas, etc.
Junto a estos tres grandes bloques, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, junto a las de Sanidad y Educación, han diseñado un compendio de medidas que abarca todos los aspectos y perspectivas de las adicciones. De hecho, si bien el principal colectivo a proteger son los menores desde el punto de vista de la prevención, también se apuesta fuertemente por la reducción del consumo en el resto de los colectivos. Es el caso de los mayores de 65 años con consumos problemáticos de alcohol, tabaco e hipnosedantes, para quienes se han diseñado talleres y formaciones en aras de ir eliminando esos hábitos.
El Plan refuerza las actuaciones en el ámbito asistencial, adaptando las intervenciones terapéuticas para colectivos específicos —mayores, personas con patología crónica, sin hogar, con discapacidad, migrantes o víctimas de violencia de género—, ayudando a los castellanos y leoneses a diseñar su proyecto de vida tras superar las adicciones, apoyando y asesorando a las familias o apostando por la cada vez mayor profesionalización de la atención a través de la creación de un registro de personal especializado.
Por último, desde el punto de vista institucional, la Red de Planes Locales sobre Drogas pasa a denominarse Red de Planes Locales sobre Adicciones y se potencia la coordinación con universidades y entidades del Tercer Sector, sobre todo en materia de prevención temprana.
Si bien la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades ha sido la encargada de impulsar y coordinar el Plan, contando con la colaboración de las Consejerías de Sanidad y la de Educación, la Junta ha querido que otras organizaciones e instituciones aporten sus propuestas para que, del trabajo conjunto, saliera un texto completo e integrador.
Por ello, han participado en su elaboración las entidades del Tercer Sector especializadas en adicciones, así como las corporaciones locales de la Red y el resto de las administraciones implicadas.