Artículo de opinión de Eder García, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Soria.
Estamos en una de esas épocas del año en las que la ciudad está hasta la bandera. Se nota que los hijos pródigos vuelven al hogar familiar, del que hace mucho salieron y al que vuelven únicamente de forma esporádica. Estos días es complicado encontrar una mesa para comer en un restaurante o un hueco en un bar para tomar un vino.
Da gusto ver el Collado repleto, también de turistas, que eligen Soria para una escapada en estas fechas en las que los más afortunados guardan fiesta. Esta es una imagen que se va repitiendo de forma más notoria, de un tiempo a esta parte, en los fines de semana o puentes señalados, además de los clásicos de navidad o San Juan.
Un buen número de personas de provincias y comunidades cercanas encuentran nuestra ciudad atractiva. Nuestra gastronomía, con el más que reconocido torrezno, es también un buen gancho para quienes buscan su destino para viajar en esta época. Soria es una ciudad para pasearla gracias a las posibilidades que ofrecen la peatonalización y la pacificación, especialmente por el centro, y con un Duero que ofrece un buen espectáculo cualquier mes del año.
Las campañas que se lanzan desde las distintas instituciones fuera de los límites provinciales dando a conocer nuestras joyas es fundamental, además de todo el contenido que públicos y privados generan para redes. Debemos seguir en esa línea, pero no únicamente dirigidos al turismo –que también-, sino orientados a mostrar Soria como una ciudad para vivir.
Tenemos como reto abordar el enorme problema de la vivienda accesible de una forma ágil e innovadora, para lo que necesitamos, entre otras cosas, una apuesta decidida de la Junta de Castilla y León en forma de inversión. Debemos ser una alternativa atractiva para quienes pueden y deciden abandonar una vida de gran ciudad, poniendo freno a la despoblación.