Ya están en prisión provisional los tres ciudadanos rumanos a los que se les imputa la comisión de 49 delitos en territorio nacional. La Guardia Civil de Soria ha sido capaz de identificarlos y relacionarlos para que "caiga la organización en su conjunto".
La Comandancia de la Guardia Civil en Soria ha presentado esta mañana la Operación Caraza, que ha desembocado en la desarticulación de una organización criminal dedicada a robos en establecimientos hosteleros. Un grupo "muy activo e itinerante" al que se le imputa la comisión de 49 delitos en territorio nacional, concretamente en las provincias de Soria, Zaragoza, La Rioja, Navarra, Burgos, Segovia, Castellón, Teruel y Guadalajara.
La organización la componían tres ciudadanos rumanos, de entre 25 y 40 años, que tenían todo perfectamente estudiado para que "la detención de uno de ellos no arrastrase a los demás", ha explicado Sergio Peñarroya, tieniente coronel jefe de la Comandancia de Soria. Su grado de especialización era alto, se valían de vehículos de gran cilindrada, empleaban matrículas robadas y "sustraían gasolina para no tener que repostar en gasolineras y evitar las videocámaras", ha añadido Peñarroya.
Actuaban "siempre" durante las noches. Eran capaces de recorrer hasta 1.200 kilómetros y lo hacían a gran velocidad por carreteras comarcales poco transitadas "para evitar la presencia policial". Se dividían las tareas y se reunían únicamente para preparar los siguientes asaltos. Sus objetivos estaban claros: preferían establecimientos hosteleros para asaltar las máquinas tragaperras y llevarse el tabaco para venderlo posteriormente. Es decir, Los objetos que "dejan dinero en efectivo y difícilmente trazable", ha aclarado Víctor Pérez, capitán de Policía Judicial de la Comandancia de Soria.
Aunque la organización ha caído en 2025, lleva activa desde 2020. Fue entonces cuando la Guardia Civil de Soria les detectó después de cometer un robo en el estanco de Ágreda. Durante la huída sufrieron un accidente en Dévanos antes de darse a la fuga. La Guardia Civil encontró coincidencias en unos restos de adn y logró identificar a un componente del grupo.
Desde entonces continuaron activos en diversas provincias. Fueron detenidos en numerosas ocasiones, pero nunca se pudo relacionar a los tres miembros de la organización. "Cuando se sentían presionados por la policía regresaban a su país de origen o cambiaban de localización", ha señalado Peñarroya.
Ya en 2024 se abrió otra investigación al detectarse una oleada de robos en establecimientos hosteleros de la provincia de Soria, así como en provincias limítrofes. Después de otro robo se localizó un coche abandonado en Matamala y la Guardia Civil de Soria decidió vigilarlo, con la sorpresa de que días después el autor del robo en Ágreda en 2020 lo fue a recoger. En la mañana del 15 de enero de 2025, fueron realizados dos registros domiciliarios en los municipios de Zaragoza y Calatayud, interviniéndose distintos efectos de interés para la investigación, tales como herramientas, o elementos de vehículos que estaría relacionados con los hechos investigados. Así mismo, se procedió a la detención de estas tres personas.
Ahora mismo todos están en prisión provisional. El Juzgado de El Burgo de Osma se está encargando de la investigación. La operación Caraza continúa "abierta", en "fase de estudio criminológico de adn y huellas" y "estudio de otros casos para poder imputarles más hechos delictivos", ha concluido Víctor Pérez.